24.

798 95 7
                                    

P.O.V.: Noah.

Desde el momento en que la vi supe que era ella.

Estaba escuchando música, Lana Del Rey para ser exactos. Su voz era hermosa, era fina y aguda, pude identificar al instante que canción era.

Desde ese día no dejo de escuchar esa canción.

Se veía un poco triste, decepcionada quizás. Supe que era ella por sus brazos, ese día estaba utilizando una blusa blanca manga corta y dejaba a la vista sus tatuajes. En ese momento supe que era ella y sentí como mi mundo se paraba, como si se hubiera detenido el tiempo, sólo para que pudiera contemplarla.

Era hermosa. Su cabello con suaves ondas caía delicadamente sobre sus hombros. Su nariz era fina y respingada, y sus ojos, oh, sus ojos eran maravillosos, con esos tonos azules que decían tanto, mucho más que las palabras. Y ese pequeño rubor en sus mejillas, me era muy tierno.

Cuando le hablé y sus ojos se encontraron con los míos, vi una expresión de sorpresa en ellos. Sabía que ella me había reconocido, pero no dijo ni una palabra sobre quién era, así que yo tampoco dije nada. Estaba nerviosa, se notaba porque aumentó el rubor de sus mejillas y apartaba la mirada.

Era mucho más tímida en persona que por mensaje, y debo reconocer que yo también. He conocido a muchas personas que intentan hablar conmigo, pero simplemente no puedo entablar una conversación cara a cara, sinceramente, soy un poco torpe con las palabras y todo lo relacionado con socializar en persona.

Pero con ella fue diferente, ese día cuando la vi, no me puse nervioso, es más, por primera vez me he acercado a alguien para entablar una conversación, es raro, porque siempre espero que ellos se acerquen a mí.

Esa vez no fui un cobarde, y después ni siquiera me arrepentí de haberle hablado. Muchas personas saben que soy un cobarde, que por el miedo y mis inseguridades no soy capaz de crear una amistad, que me alejo de las personas por no querer tener problemas.

Y ahora me he dado cuenta de que Kaitlin me ha hecho cambiar, esa vez cuando hablé con ella no tenía miedo, ni una pisca, algo me decía que no tenía por qué desconfiar en ella, no tenía por qué alejarme de ella.

Pero igualmente lo hice, fui un completo idiota, y la perdí.

No todo lo que le había dicho era mentira, en verdad tuve un inconveniente ese día, pero estaba tan avergonzado de lo que me había pasado... que no pude ir a esa junta, no podía, ni siquiera podía responderle el maldito mensaje, estuve muchos minutos pensando en que podía responderle sin que se enterara qué... agh, fui un imbécil, debí ir y explicarle...

Suspiré, mi mente me estaba matando. A veces desearía dejar de pensar.

Quiero volver a hablarle, pero sé que si lo hago, sólo le haré daño.

Podrías intentarlo...

—No, sólo la lastimaré —me dije, después fruncí el ceño, ¿de verdad estaba hablando con mi mente? Debo estar volviéndome loco.

Pero hay una posibilidad, podría intentarlo...

—De verdad no quiero perderla —murmuré y sentí un dolor en el pecho, era ese dolor que sientes cuando has perdido a alguien que quieres mucho.

Noah, no seas un cobarde, tienes que intentarlo.

—¡Agh! —me quejé, que frustrante es todo.

Me quedé reflexionando unos minutos hasta que de repente me levanté de mi cama.

—¡Lo tengo! —exclamé y estaba a punto de tomar lo que necesitaba pero una voz me interrumpió.

—¡Noah! ¡Ven, AHORA! —escuché un grito proveniente de abajo.

Oh, no...

—¡Noah! ¡Maldito mocoso! —sentí a esa persona subir la escaleras.

Mierda.

Tendré que hacer la sorpresa para Kai después. Okay.

Sentí el ruido del pomo abrirse. Está acá.

Cerré los ojos, deseando desaparecer.

Sentía la melodía de la canción todavía sonando a lo lejos.

"My heart is soft, my past is rough"

La puerta se abrió abruptamente y di un respingo.

Abrí los ojos lentamente y dirigí mi mirada a las persona que estaba en frente mío.

Y sentí que mi paz se desmoronó de golpe.

Lo odio tanto.

Continuará...

¡Hey! ¡Chico de los audífonos!Donde viven las historias. Descúbrelo ahora