«Para mi Chica Acosadora:
Verte dejar esa carta en mi casillero me dejó asombrado, pensaba que todo era un jodido sueño... Pero no, era real. Fuiste a dejarme una carta, como en los viejos tiempos.
Se me hacía muy tierno verte jugando con el papel, como si dudaras en tirar la carta en mi casillero. También me divertía que (cuando por fin te decidiste) mirabas a todos lados, inspeccionando, tenías vergüenza de que alguien te viera, o más bien, que yo te viera.
De verdad estoy muy feliz de que me hayas respondido, aunque las palabras que dijiste no eran muy alentadoras para mí, me las esperaba. Me lo merezco.
Tú te mereces un universo entero, no una simple estrella cómo yo.
Pensándolo bien, creo que debería dejarte de mandar cartas, sólo te haría más daño. Y lo menos que quiero hacer es lastimarte.
Me cuesta escribir esto, pero después de reflexionarlo por un largo tiempo... esta es mi despedida, Kai. La pasé de maravilla contigo y desearía seguir haciéndolo, pero... de verdad no me perdonaría si te hago daño de nuevo.
Adiós Kai.
P.D.: Siempre serás mi Chica Acosadora y yo siempre seré tu Chico De Los Audífonos <3»
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¡Hey! ¡Chico de los audífonos!
Conto«¡Hey! ¡Chico de los audífonos! ¿Podrías decirme tu nombre?...» ¿Qué haces cuando eres demasiado tímida que ni siquiera puedes formar oraciones con sentido cuando estás al frente de una persona? Dos palabras: Enviarle cartas. Hola, soy Kaitlin Colli...