¿Kuroko Sho?

XIII.- Tranquilidad

POV TETSUYA:

Abrí mis ojos lentamente, lo primero que vi fue un techo de color azul cielo, al mirar hacia un lado me encontré con mi hermoso pelirrojo dormido sosteniendo mi mano.
Sonreí con ternura, todo parece un sueño pero ya no me encuentro en ese horrible lugar.

La puerta fue abierta dejándome ver a mi pequeño Sho, al verme sonrío aliviado, en sus manos traía una charola con comida.

- Hola oto-chan- me saludó con una pequeña sonrisa

- Sho - le dije

Sho se sentó a lado de Taiga.

- Viejo, ¡despierta! - le gritó causando que Taiga se despertara de golpe

- ¡Mocoso malcriado! - le reclamó mientras lo tomaba del cuello revolviendo su cabello

Ambos reían contentos, me alegra que se lleven bien después de todo son iguales.

- Chicos - les dije llamándola la atención de Taiga el cual de inmediato se acercó a mí

- Hola Tetsu - me saludó - ¿cómo te sientes?

- Mucho mejor ahora que estoy en casa - le dije

- De hecho estamos en casa de Akashi-san - me dijo Sho

La puerta se abrió de nuevo dejando ver a mis dos pequeños los cuales corrieron subiéndose a la cama para abrazarme con fuerza.

- ¡Oto-chan! - gritaron al unísono

- Ritsu, Kakeru - dije emocionado abrazando a los niños

- Niños tranquilos, oto-Chan necesita descansar mejor vayan a jugar con Hana y los demás - les dijo Taiga

Los niños asintieron para después salir de la habitación.

- Yo voy a salir, Eijun ya está fuera esperándome - dijo Sho saliendo de la habitación

- ¿Eijun? - le pregunté a Taiga

- Un chico que es su compañero de trabajo pero para mí quiere ser algo más te su compañero - dijo lo último entre dientes

Yo reí ante su reacción después de todo Taiga siempre ha sido muy sobre protector.

- Tranquilo Taiga el tiene 18 años, es lo suficientemente grande para saber con quién estar y con quien no - le dije mientras acariciaba su cabello con dulzura

Taiga recostó su cabeza en mi regazo.

- Realmente te extrañe todos estos años - me dijo

- Yo a ti, debí decirte lo de Sho pero tenía miedo de que te pasara algo no podía estar tranquilo si te hacían daño - le dije

El se levanto para mirarme a los ojos.

- Desahógate todo lo que necesites después de todo criaste solo a los niños - me dijo

Las lágrimas comenzaron a brotar de mis ojos por lo que abrace a Taiga escondiendo mi rostro en su pecho.

- Tuve mucho miedo, no sabia cómo cuidar a los niños o si era un buen padre, no cómo lo padre, tenía miedo por ti y por los niños - dije entre sollozos

Taiga solo me abrazó con fuerza acariciando mi espalda.

- Ya no estás solo, estoy aquí y te protegeré de todo, eres mi sombra y siempre lo serás, yo soy la luz que te cubre y te cuida, jamás te dejaré solo...