Capítulo 21

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Soy partícipe de como los primeros rayos solares se cuelan a través del cristal de la ventana y avanzan, en silencio, por el suelo, ganando una mayor porción de terreno a medida que transcurren los segundos.
Los destellos anaranjados escalan la colcha de la cama y continúan su trayecto en sentido ascendente, cubriendo mi brazo derecho, dejando tras sí un rastro de calidez que es acogido de buena gana por los poros de mi piel.
La luz cegadora alcanza mi cabello castaño, resaltando su tono y regalándole una gran vivacidad. Continúa con su ascenso, cruzando verticalmente mi cuello, aprovechando la ocasión para hacer centellear la perla azul de mi colgante.

Apenas he pegado ojo en toda la noche. Tenía demasiados asuntos, conversaciones y personas rondando por mi cabeza que me impedían conciliar el sueño.
Lo cierto es que no logro hacerme a la idea con respecto a varias cosas, como el hecho de que estoy a un verano de comenzar a sembrar mi futuro, el haber cerrado una etapa de mi vida. Pero, sin lugar a dudas, hay algo que no logro sacarme de la cabeza y es la conversación que mantuve ayer con Elián Vladimir. Aún no soy capaz de concibir la idea de que un sentimiento esté naciendo en su interior y descongelando su corazón.

No puedo evitar sorprenderme cada vez que siento sus palabras hacer ruído en mi cabeza. Del mismo modo que no logro dar con la razón de porqué le abracé como respuesta. Supongo que sería fruto de la emoción del momento. Admito que me hizo especial ilusión el ser participe de como una parte de él vuelve a la vida. Aunque lo que más me sorprende es que yo sea el motivo de ello.

Sé que cabe la posibilidad de que me esté autoengañando o de que vuelva a encontrar la forma de dejar de sentir. Aún así no puedo evitar emocionarme.

Tengo la sensación de que las cosas van a cambiar.

Me incorporo, tomando asiento en el borde de la cama, exponiéndome a la fulminante y abrazadora luz solar, la cual se encarga de bañar mi rostro. Las plantas de mis pies entran en contacto con el frío suelo y por un instante me estremezco, mas la calidez que me aporta la estrella compensa la gélida sensación que hiela la parte inferior de mi cuerpo.

Camino hacia el armario, me sitúo frente a él y abro sus puertas de par en par. Me tomo la libertad de apreciar la variedad de prendas y tonalidades que abundan en su interior. Me hago con un vaquero azulado que pende de una percha y con una camiseta de mangas largas burdeos. Encamino mis pasos hacia el cuarto de baño, portando en mi hombro las prendas seleccionadas.

Lo primero que hago una vez me hallo en el servicio es situarme frente al espejo que hay colocado encima del lavabo, tomándome la libertad de intercambiar una mirada con la chica de cabello y ojos castaños que me observa e imita a través del cristal. Segundos más tarde maniobro con el grifo hasta dar con la temperatura adecuada. Sumerjo mis manos bajo el chorro de agua caliente para luego humedecer mi rostro con ella.

Abandono el baño una vez me he vestido, cepillado los dientes y peinado, con el objetivo de bajar a la planta baja, donde con total seguridad debe encontrarse mi padre. Una vez salgo de la habitación cierro la puerta detrás de mí y comienzo a trotar hacia la escalera que hay situada en un lateral a pocos pasos.

Deslizo mis dedos por el pasamanos a medida que voy descendiendo un peldaño, de manera que puedo sentir la madera acariciar mi palma. Dejo de realizar esta acción en el instante en el que vuelvo a encontrarme en tierra firme y tuerzo hacia la derecha, adentrándome en un pasillo que me conducirá a la cocina, estancia de la que escapa una luz blanca que se proyecta en el suelo.

Me detengo al situarme bajo el marco de la puerta y miro a lo lejos, localizando a mi progenitor sentado junto a la mesa, con un bolígrafo en la mano, escribiendo vocales y consonantes en unas casillas de un recuadro que incluye una sección del periódico.
Al percatarse de mi presencia alza la vista y la fija en mí. A continuación me recibe con una amplia sonrisa.

Cazadores Nocturnos 2; La PromesaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora