Capítulo 9

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Entro a las apuradas en la biblioteca del instituto, portando un libro y un cuaderno bajo el brazo. Camino a tientas hacia una mesa apartada, en la que se encuentra Samuel y Cormac con las narices metidas en un libro anaranjado.
Tomo asiento tan velozmente que la silla se tambalea por una milésima de segundo antes de volver a la normalidad. Dejo el cuaderno y el libro sobre la mesa y procedo a colocar un mechón de pelo tras mi oreja con tal de evitar que enturbie mi rostro. Luego, abro el cuaderno por el principio y se lo tiendo a mis compañeros, quienes leen lo que hay escrito.

-Estos son los resúmenes de los dos temas- informo.

Samuel pasa las páginas del cuaderno, nervioso. Por cada hoja que va dejando atrás percibo como un sentimiento de preocupación se apodera de él, pues tiene el ceño fruncido, y los ojos amenazando con escapar de sus cuencas.

-Pero si esto parece la Biblia- dice llevándose la mano a la frente-. ¿Por qué demonios no existirá el pan de memoria para el examen de Doraemon?

Sonrío.

-Vamos a suspender, colega- Cormac le da una palmadita en la espalda a Samuel, quien le mira preocupado-. Contamos aún con un tercer trimestre y sino con el verano. Septiembre siempre está dispuesto a recibirnos con los brazos abiertos.

-¿Me ves cara de querer pasarme todo el verano estudiando historia?

Cormac se encoge de hombros y esboza una sonrisa.

-Conviene que os pongáis las pilas cuanto antes- añado.

-Un momento, ¿y si hacemos trampas?

Samuel mira a Cormac como si fuera su salvador. Sus ojos se le iluminan y una amplia sonrisa se apodera de sus labios.

-¡Qué buena idea!- exclama-. Si hacemos chuletas podemos aprobar este examen y tener la oportunidad de salvar el trimestre.

-¿Qué? ¡No!- replico, dejando ver cierta irritación en la voz-. Si las hacéis cabe la posibilidad de que os pillen y os manden directamente a septiembre.

-Bueno, así tenemos más tiempo para prepararnos- me contradice Cormac.

Le miro, incrédula y aparto la mirada. Esta vez observo a Samuel, quien está meditando las palabras de Cormac con tal de dar con los pros y los contras.

-Ariana tiene razón, sería muy arriesgado, además es jugar sucio. Creo que deberíamos presentarnos a hacer el examen y hacer todo cuanto podamos. Debemos enfrentarnos a las consecuencias de nuestros actos.

-Está bien- accede Cormac.

-Voy a ir a la cafetería- anuncia Samuel.

-¿Para qué?- le pregunta el chico castaño.

-Para comprar caramelos. Dicen que si te los comes durante el examen aumenta tu capacidad para recordar la información. Toda ayuda es bienvenida.

El vampiro se marcha, dejándonos a solas. Aparto la mirada de la entrada a la biblioteca y centro mi atención en la mesa en la que hay una pila de libros. Entrelazo las manos y las coloco sobre la superficie de madera, luego miro disimuladamente a Cormac, quien está leyendo el cuaderno.
Durante mi escrutinio no puedo evitar preguntarme qué estará pasando por su cabeza, qué opinión tendrá acerca de la noche anterior, de qué forma le habrá afectado discutir con Ashley, su ex novia.
A juzgar por su mirada ausente y por los suspiros, deduzco que sus pensamientos no van de la mano de la realidad y que hay algo que le reconcome por dentro, aunque intenta fingirlo. Deseo poder hablar con él del tema al igual que hice con Ashley pero no sé si tengo el suficiente valor para hacerlo o si se lo va a tomar bien.

Cazadores Nocturnos 2; La PromesaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora