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--Mateo, lindo--Mi mamá me tomo la mano e hizo que me sentara a su lado--Hijo estoy tremendamente preocupada de ti, chanchito--La miré y alcé una ceja, es raro que esté preocupada por mi. 

--¿Preocupada?--Ella asintió--Ya... ¿Y eso porqué?--

--¿Cómo, porqué?--Ella se tiró el pelo hacia atrás y se acomodó en el sillón--Gordito, no quiero sonar como copuchenta, pero ayer te escuché hablar con él Alejandro sobre la Alondrita y quiero decirte que a ella no la quiero solo por que sus papis pagan a tiempo las cuotas, bebé, ella me recuerda a mi cuando joven, hermosa e inteligente--Yo sonreí y la abracé, los tipos de mi curso creen que mi mamá es súper levantá de raja y weas, pero era su forma de hablar no más, es en todo ámbito sencilla.--Y quiero que hoy día venga a tomar oncecita con nosotro, como están todos tus hermanos y está tu papá--Yo asentí, le di un beso en la mejilla y me fui para mi pieza.

Ojalá la Alondra ande en la buena y me diga que sí, aunque lo dudo.

Marqué su número y a los segundos contestó.

--Primero que nada, te conteste a la primera por que se que me vai a webiar hasta que lo haga y segundo ¿Qué wea querí?--

--Uy amor,andaí en la B, parece que no te he dado suficiente regaloneo, ¿Te tinca que te lo de hoy día, aquí en mi humilde morada?-- Murmuré con voz de guagua mientras jugaba con las llaves del auto.

--No--Bufé y miré pa' afuera por mi ventana.

--Ya po, cuchurrumin mío, mi mamá te invitó a tomar once, quiere verte, además para que hagamos oficial nuestro pololeo po, están todos mis hermanos y mi papá y eso no es algo que pase todo los días, hay que aprovechar.--Escuché su quejido y una voz susurrando lo linda que se veía recién despertada y una risa de ella. --¿Estay con ese weón?--Murmuré apretando la mandíbula, le dije que se alejara de ese weón.

--Ese weón Mateo, tiene nombre y apellido; Claudio Tapia y es mi pololo, lo respetaí y me importa un pico que sea mayor de edad y yo no, no tení derecho a meterte en lo nuestro, ¿Quedo claro?--

--No--Corté y tomé las llaves de casa y auto, aún con el teléfono en mano, salí lo más rápido de mi casa, manejé hasta la suya con nervios y enojo. A mi no más me tenía que gustar una mina con pololo y más pesa que el mismo Grinch.

Al llegar, toque la puerta y el timbre repetidas veces. La puerta fue abierta por la hermana menor de la Alondra, la Natalia.

--Hola Nati, ¿está tu hermana?--Ella me asintió, me hizo señas de que podía subir, le sonreí, saqué cinco lucas y se las di. Ella feliz, volvió a lo que supongo su pieza.

Con rapidez, subí las escaleras y en cuanto llegué a su puerta la abrí. Estaban prácticamente tirando, sin medir mis impulsos, tomé de los hombros a ese weón y y lo tiré lejos y a la Alo la tomé de la cintura y la pegué a mi.

--¿Qué mierda hace este culiao aquí?--Me miró con rabia y me dio una cacheta.

--¿¡Qué mierda!? ¡Weón, no podí venir y hacer esto! ¡Suéltame!--Negué con la cabeza y la deje atrás mío, este viejo culiao se las iba a ver.

-- ¿En serio weón? ¿Sabí cuántos años tiene? Les dije, weón--Sin importarme nada, ni los gritos que la Alo me daba diciendo que iría conmigo a mi casa si me iba y volvía en una hora. Pero en estos momentos eso me lo pase por la raja y le mandé un combo en la boca al Claudio.

Y después en la nariz, y a mi me llego uno en el ojo, además también en la mejilla, como igual me tomo fuerte de los hombros y me mandó un rodillazo en la guata, para a los segundos uno en la boca, provocando que se me rompiera el labio de arriba. 

Caí al suelo y me empezó a pegar patás por todo el cuerpo, me dolía más que la mierda, pero no soltaba ningún quejido.

--¡YA! ¡Para, listo! ¡Le pegaste suficiente!--Empecé a respirar mejor, ya no me estaba pegando, el dolor aumentó y mi ganas de matarlo seguían.--Mateo, andate--La miré y mis ojos se llenaron de lágrimas. Puta la wea, en serio que la mina me odia.

--Deja...Deja que me recupere un... Un poco más-Le dije como pude.

--Mejor me voy yo, amor, necesito pensar y estar lejos de este saco weas--No vi lo que hizo la Alondra, pero supuse que lo besó, ya que se escuchó como se besaban.

--Alondra--Murmuré--Cuchurrumin mío--Soltó una risa media falsa.

--Ni a punto de morir te dejaí de webiar-- Sonreí como pude y ella me ayudó a llegar a su cama.

--Te quiero Alondra, por muy masoquista que suene, lo hago-- 

Zorrón, perrito.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora