En la biblioteca de Ordon...
Zelda había vuelto a su rutina diaria, ahora estaba en su habitual sesión de estudio. El día que había pasado en el Rancho Lon Lon le había resultado bastante... refrescante. O al menos, eso era lo que ella quería pensar. Todavía no lograba sacarse de la cabeza esa noche. El solo hecho de que Link estuviera ahí, a no más de treinta centímetros de distancia de ella, durmiendo ambos en la misma cama, fue suficiente para quitarle el sueño, los nervios hicieron que le tomara una vida poderse dormir. Desde luego, esa noche no pasó absolutamente nada. Durmió hasta muy tarde aquel día, ya que Link se levantó más temprano y no quiso molestarla.
- "No pasó nada. No hicimos nada indebido." - se decía mentalmente. - "Entonces, ¿por qué no puedo sacármelo de la cabeza?"
Pese a que ya habían pasado dos semanas desde entonces, Zelda no podía quitarse ese pensamiento de la mente. En aquel momento se suponía que debería estar estudiando, escribiendo sus notas, pero su cabeza no estaba ahí. Aún cuando pareciera estar al pendiente de lo que hacía, viendo de cerca se podía notar que tenía la mirada perdida. Tenía la mano izquierda sosteniendo su mentón, y la derecha, la cual sujetaba la pluma, no estaba escribiendo, sino dibujando.
- ¿Hmm? - Zelda miró su hoja de papel, y fue entonces que se dio cuenta, habría trazado con la pluma un pequeño esbozo de la cara de Link en la parte inferior derecha del pergamino, el cual por cierto y sorprendentemente le salió bastante bien pese a no estar pendiente para nada. - ¿Qué estoy haciendo?
- Hola, ¿qué haces?
- ¿Eh? - Zelda se paralizó un segundo al reconocer la voz, era Link, por acto reflejo tapó el dibujito que había hecho con una mano, pero intentó darle su mejor sonrisita fingida y actuar natural. - Hola, Link.
- Disculpa, ¿te asusté?
- No, claro que no, solo... me sorprendiste, nada más. - dijo ella, un poco más calmada.
- ¿Qué estabas escribiendo?
- Pues... practicaba escritura hyliana antigua. - Eso era verdad, o al menos, era lo que se suponía que debía estar haciendo.
- Suena complicado. - dijo Link. - Disculpa por venir así, pero es que te estabas tardando más de lo usual, y te estábamos esperando para el almuerzo. Empezaba a preocuparme.
- "¿Estaba preocupado por mí?" - pensó Zelda, mientras un ligero rubor cubría sus mejillas, pero afortunadamente Link no se dio cuenta. - Lo siento, creo que me distraje y perdí la noción del tiempo. - dijo rascándose detrás de la nuca.
- Ah, no te preocupes. - dijo Link con una sonrisa. - Si quieres vamos y comemos algo por ahí.
- Buena idea. Con todo esto no me había dado cuenta del hambre que tengo. - dijo ella.
Link salió de la sala para esperar a Zelda en la entrada. Ella recogió sus cosas y las metió a su bolso, antes de irse fue a devolver los libros que había tomado. Se reunió con Link en la entrada de la biblioteca y los dos se fueron a comer algo.
Mientras tanto, alguien observaba no muy de lejos a la pareja, y se hacía evidente que no le agradaba para nada verlos así de cerca. Quien más si no, era Ilia...
- ¿Cuánto más va a estarse por aquí? - decía la chica ojiverde viendo como Link y Zelda caminaban lado a lado, y conversando muy a gusto, como si se conocieran de toda la vida. Ya hacía tres semanas que la "invasora" había entrado a su territorio, y no parecía que tuviera intenciones de marcharse en un futuro cercano. Por como iban las cosas, era muy probable que se estuviera en ese pueblo por una larga, larga temporada. - Creo que es momento de tomar cartas en el asunto.
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El Esposo Perfecto
RomanceLa Reina de Hyrule ha fallecido y su hija Zelda debe contraer matrimonio antes de poder sucederla en el trono. Pero cansada de tantos pretendientes, la heredera decide emprender un pequeño viaje para alejarse de todo y de todos por un tiempo. AU ZeL...