Pueblo de Ordon...
Habían transcurrido poco más de dos meses desde la partida de Link. A todos en el pueblo les había afectado. Colin y los niños estaban muy tristes y aburridos sin él, en verdad lo extrañaban. Al igual que Malon, Romani y Cremia, quienes se preguntaban a dónde se habría ido. Su familia eran las únicas personas que recibían noticias suyas, pero en sus cartas no hablaba de un próximo regreso. Solo mencionaba que se encontraba bien, y que aunque necesitaba agarrar el hilo con algunas cosas en el palacio, se sentía muy feliz viviendo junto a Zelda. Si bien se alegraban por él, eso no evitaba que lo extrañasen mucho todos los días.
- Quisiera que pudiéramos ir a visitarlo. - decía la pequeña Aryll frecuentemente con tristeza.
La que peor se lo había tomado, obviamente, había sido Ilia. La chica todos los días se aparecía en casa de Link para preguntarles por su paradero, pero nunca le decían nada, lo cuál la ponía de muy mal humor. La razón de esto, era por supuesto que Link les había pedido, antes de marcharse, que no le dijeran nada a nadie (especialmente a Ilia) hasta que estuviese listo para revelarlo él mismo. De todos modos, Ilia ya sospechaba (y acertadamente) que a dondequiera que Link se hubiese ido, probablemente estuviese con "aquella invasora". No tenían forma de saber como iba a reaccionar Ilia cuando supiera que se casaría (o quizás que ya se habría casado) con la Princesa de Hyrule.
Y así estaban las cosas. La familia de Link esperaba con impaciencia la siguiente carta, y con muchas esperanzas de que dijera que iba a visitarlos, o de invitarlos a ellos a que fueran allá. Algo que les dijera que podrían verlo nuevamente...
¡KNOCK! ¡KNOCK! ¡KNOCK!
- Debe ser el cartero. - dijo la abuela, mirando el enorme reloj de la cocina. - ¡Aryll, atiende, por favor!
La pequeña niña estaba en la ventana de la sala, viendo lejos con su telescopio, pero al oír la voz de la abuela, dejó lo que hacía y fue a abrir la puerta. Efectivamente, era el cartero, un hombre pequeño y sonriente que seguía trotando en su lugar mientras entregaba la correspondencia, pero que esta vez, además de la habitual carta de Link, traía un paquete amarrado. Aryll llevó la caja y el sobre a la cocina, donde la abuela abrió el sobre para leer la carta:
"Queridos abuelo, abuela y Aryll:
¿Cómo han estado? Discúlpenme si no les he escrito últimamente, pero estos días he estado ocupadísimo. Hay tanto por hacer y tan poco tiempo. Es muy dura la vida aquí en el castillo, aunque creo que puedo acostumbrarme a ciertos lujos.
Como sea, Zelda y yo hemos empezado con los preparativos para nuestra boda. Decidimos que será el primer día de primavera. Así que les hemos enviado las invitaciones desde ya. Están en el paquete que enviamos adjunto."
Aryll vio el paquete, mientras la abuela se ocupó de abrirlo. Dentro, en efecto, había varias tarjetas de invitación, todas adornadas con el sello de la familia real, cada una dirigida a alguien en particular, entre ellos, Romani, Cremia, Malon, y para gran sorpresa de Aryll, también Ilia, donde se les invitaba a la boda real de la Princesa de Hyrule. Aryll y la abuela sonrieron, antes de que Aryll continuara leyendo la carta de Link.
"Asegúrense de entregarles las invitaciones a todos nuestros amigos. Como dije antes, la boda se celebrará el primer día de primavera, así que váyanse preparando ya que enviaremos una escolta a recogerlos muy pronto. Por el vestuario no se preocupen, Zelda contrató a los mejores sastres del reino para que se encarguen de eso por ustedes.
Los quiere,
Link."
- Vaya, por fin van a casarse. - dijo Aryll muy emocionada.
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El Esposo Perfecto
RomanceLa Reina de Hyrule ha fallecido y su hija Zelda debe contraer matrimonio antes de poder sucederla en el trono. Pero cansada de tantos pretendientes, la heredera decide emprender un pequeño viaje para alejarse de todo y de todos por un tiempo. AU ZeL...