Capitulo 3

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Miré mí reflejo en el espejo con los nervios de punta, temblando

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Miré mí reflejo en el espejo con los nervios de punta, temblando. Pero no sabía si era por miedo a las acciones de Jeff o porque me estaba gustando lo que hacía pero no lo quería admitir. Debo verme bastante patética escondida en un baño para no ver el rostro de un chico sumamente sexy que tenía claras intenciones de querer algo conmigo... soy una idiota.

"¿dónde están? Acabo de arruinar mi oportunidad con musculin voz grave y seductor"

Apreté enviar esperando el mensaje de alguna de las chicas ¿Qué sucede con esta noche? Nada me ha salido bien.

"Cass, es tu padre, está fuera de tu casa gritando porquerías otra vez..."

Cerré los ojos contando hasta diez ¿Cuántas veces más se escapará de la casa de reposo para venir a insultar a mi madre muerta? ¿Qué le hizo ella para que se comporte como un idiota?

"si arruiné mi oportunidad con ese chico, ahora mi viejo arruinó todas las posibilidades de tener una maldita noche como una adolescente normal, vuelvan a la fiesta chicas, me voy a casa, las llaves se las dejaré bajo la maseta colgada al costado de la puerta como siempre, Lisa, feliz cumpleaños, lamento esto de verdad"

Marqué el número de la casa de reposo mientras bajaba las escaleras a toda velocidad, mi mirada se cruzó unos segundos con la de Jeff quien se besaba con una chica cualquiera en medio de la pista, sus manos paseaban con libertad por su cuerpo recordándome que hace diez minutos estaba casi de la misma manera conmigo. "mujeriego" fue la primera palabra que vino a mi mente, pero como tenía cosas más importantes en las que pensar solo eliminé esas imágenes de mi cabeza ¿Qué esperaba? ¿Que fuera el príncipe azul sobre un caballo blanco que me salvara de la patética vida que llevo? Esto no es un maldito cuento de hadas, la realidad es dura.

Contestaron justo cuando pensé que tendría que meterlo a mi casa, en mi espacio. Alan, mi padre, estaba abrazado a su botella sentado en el porche mientras la secretaria del lugar se dignaba a contestar mi llamada.

- Casa de reposo ¿en qué puedo ayudarle?

- Alan Blake, se escapó otra vez y llegó a mi casa, se supone que este tipo de cosas no deberían de suceder – molesta-.

- ¿otra vez?

- Es la tercera vez en el mes que ocurre esto, necesito que le den algún sedante o algo por el estilo, trabajo todos los días y no puedo estar preocupada por él.

- Pero señorita... es un familiar suyo...

- Y bastante hago con pagar una terapia que al parecer no está funcionando -completamente frustrada por mi noche pérdida-. Necesito que vengan a buscarlo.

- Cassandra Blake ¿no es así?

- Si, y si fuera rápido sería maravilloso, está comenzando a hacer frio.

- Está bien, van en camino señorita, nos aseguraremos de que esto no vuelva a ocurrir.

- Gracias.

Troubles © [#1]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora