En menos de tres horas, la camioneta negra que nos esperaba a la bajada del avión en Inglaterra se detuvo frente a un gran portón de fierro, el lugar era realmente gigante, parecía una mansión rodeada totalmente por los árboles, no podía ver ninguna casa en kilómetros, estábamos absolutamente solos, nadie jamás sospecharía de las atrocidades que se hacían aquí dentro.
- Jeff tuvo que haberte advertido lo que te sucederá siendo virgen –sonriendo con malicia-. Tendrás una muy linda bienvenida.
- ¿Quién te dijo que yo era virgen? – levantando una ceja divertida, su expresión segura se había transformado en una llena de incertidumbre-. Jeff y yo lo hemos hecho muchas veces y también con Luke, y Logan, mi ex... no quiero aburrirte con el tema.
- No te creo, Jeff dijo una vez que no le interesaban las vírgenes como tú.
- No son temas de tu incumbencia, Jeff no es de tu propiedad y no tienes nada con que amenazarlo ahora ¿por qué tendría que contarte sobre nuestra intimidad?
- Jeff se buscará a otra chica, ya verás que sus falsas promesas no duraran nada.
Apretando los dientes observándome con odio, estábamos sentadas en el asiento largo del vehículo.
- ¿te hizo promesas también a ti? Por favor –sonriendo con burla-. No me compares contigo, a ti te conoció siendo una puta, te acostabas con él ¿y con cuantos más después? A mí me conoció soltera, virgen e inocente – lamiendo mis labios-. Le encantaba ser mi profesor, mi amo, mi amante... Esos serán mis mejores recuerdos.
Estaba exagerando un poco las cosas, hoy había sido la primera vez que tenía sexo pero Katherine no tenía como saber eso, así que podía seguir manipulando su mente.
- Van a follarte tantas personas aquí que tu maldita obsesión con Jeff llegará a su fin, vas a ver cómo te dejarán aquí maldita...
- Katherine, contrólate, si le haces alguna marca los oficiales te castigaran.
La pelirroja estaba inclinándose hacía mi cuerpo con la mano extendida junto a su rostro, quería golpearme, pero los chicos delante de nosotras estaban atentos a cada una de sus acciones.
- Joder... Mocosa del demonio me sacas de mis casillas.
Sentándose derecha en el asiento cruzándose de brazos.
- Y te tocaré los cojones hasta que termine mi periodo de formación, aguántame cariño.
- Si es que lo terminas – lamiendo sus dientes-. Puedes morir si haces las cosas mal... no lo olvides.
- Lo tengo muy claro, seré la mejor de las putas aquí.
- Si ya terminaron de imponer su progesterona – habló uno de los chicos en el vehículo-. Ya llegamos, Cassandra irás directo a tu cuarto para dejar las maletas, te cambiarás de ropa y esperarás instrucciones, es tarde y creo que los oficiales querrán echarte una buena mirada.
ESTÁS LEYENDO
Troubles © [#1]
RomanceJeff es el tipo de chico del que me advertía mi madre cuando estaba viva. Adictivo, peligroso, con más secretos que verdades... Cada beso, cada caricia, cada promesa me acercaba más a mi propia destrucción, pero ha sido el único que con una simple s...