Troubles © [#1]

capitulo 27

Un mes había pasado desde mi llegada a España, ya no había rastros de heridas, nada de costras, nada de cicatrices, mi piel volvía a ser blanquecina y tersa como solía ser, eso no podía tenerme más feliz, podía regresar a usar esos tops que tanto me gustaban para salir a bailar con mis nuevos amigos, estos chicos se habían ganado un trozo de mi corazón.

- hija, ya vente que el cielo está negro y en cualquier momento nos cae el balde encima.

- Ya terminé de guardar los animales abuela – sentándome en el porche para quitarme las botas de agua-. Ahora si podemos ir dentro a por una taza de café o un té.

- Gracias por ayudarme.

- Es lo mínimo que puedo hacer, jamás descubrí a qué hora te levantas, debo ayudar por las tardes.

- Que son mis animales chavala, yo los veo – golpeándome en el brazo con una sonrisa en el rostro-. Vamos por ese té que me ofreciste, hice algunas masas dulces que le irán muy bien,

- Vas a hacer que engorde con todo lo que me haces comer abuela.

Siguiéndola al interior de la casa.

- Pues eso está bien, estás muy delgada mi niña.

- No dije que no quería – sacando un durazno de la tartaleta-. ¿té normal o en hoja?

- En hoja y bien cargadito hija.

Puse a calentar la tetera al fuego mientras preparaba ambas tazas, vertí el café en la mía y en cuanto hirvió el agua preparé el té de la viejecita.

- ¿no te apetece ver una película en el neflis?

Sonreí ante su pronunciación.

- Es Netflix abuela – caminando con ambas tazas hasta ella-. ¿Qué tipo de película quieres ver?

- Suspenso, persecución, acción ¡sangre, tortura!

- - ok ok te emocionaste ¿Qué te parece búsqueda implacable? Es un poco de todo lo que quieres ver.

- Tú eres la tecnológica aquí – tomando dos trozos de tartaleta siguiéndome hasta la sala-. Pone la película hija y siéntate con esta anciana, con esto me quitaré unos diez años de encima.

Esa esa su razón de la vida alocada, creía que envejecería más lento y a pesar de que no se le notan demasiado sus sesenta años, no estaba conforme.

Las horas pasaban y yo seguía haciendo vida social con mi abuela, de vez en cuando intercambiaba mensajes con Jace quien estaba tan aburrido como yo ¿Qué tal si...?

"¿Qué te parece si vamos al cine?"

Le dije sin pensarlo demasiado, fuera llovía bastante fuerte así que los panoramas al aire libre eran imposibles.

"¿al cine? ¿Ahora? ¿Qué película veremos?"

"si no quieres eres libre de decirlo"