Jeff es el tipo de chico del que me advertía mi madre cuando estaba viva. Adictivo, peligroso, con más secretos que verdades... Cada beso, cada caricia, cada promesa me acercaba más a mi propia destrucción, pero ha sido el único que con una simple s...
¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.
Cuatro semanas dentro.
Ya había pasado por todas las clases aquí, idiomas, sí, todos los que se te puedan pasar por la mente, el alemán me estaba matando, baile, odiaba el ballet, instrumentos, jamás pensé que me relajara tanto el tocar guitarra y puede que esté comenzando a gustarme el cantar, soy la favorita de la oficial de manipulación psicológica, doy un poco de lastima en la clase de esfuerzo físico, los abdominales, el correr, saltar la cuerda y todo lo que tenga que ver con moverse jamás ha sido lo mío, era buena en defensa personal, era un poco bruta por naturaleza así que no era problema lanzar a mis compañeros sobre mi cabeza, la clase de armas también me resultaba atractiva y por orden de mi oficial ahora tengo un bonito tatuaje un poco más abajo de la nuca, una linda flor de loto, aprendí a nadar, tengo clases de finanzas, pastelería, cocina internacional, en fin, todo lo que se nos pueda pasar por la cabeza, existe una clase para eso. Ah, lo olvidaba, también tengo licencia, autos y motocicletas, un plus para mi curriculum de Liars.
- Si... separa un poco más tus piernas, así...
Estaba desnuda en mi cama mientras mi oficial movía un tapón anal en... mi trasero, si, la primera vez dolió como los mil infiernos, ahora es un poco menos doloroso.
- ¿Qué quiere que haga mi oficial? ¿me muevo para usted?
- Muévete hacia atrás, recíbeme.
Su pene terminó por estar dentro de mi bombeando con fuerza mientras movía el tapón, la sobre estimulación estaba matándome, agradecía estar sola en la habitación, Megan... la pobre estaba siendo castigada nuevamente, no lograba adaptarse y eso me preocupaba, podría ser ejecutada y no quería eso.
- ¿Puedo observar señor?
Noah había entrado al cuarto sin tocar, el idiota estaba acosándome y no me gustaba nada.
- Participa mejor, follale la boca.
- Con gusto.
Quitándose la ropa se puso frente a mi rostro jalando mi cabello, entonces metió su polla hasta el fondo controlando el ritmo, pero seguí su consejo, yo solo era una cosa que recibía, no opinaba, no me quejaba, no lloraba ni me atragantaba, el pene de Noah era bastante grande, supongo que si me enseñó a mamar sin querer vomitar a las pocas penetraciones, digamos que sus estúpidas violaciones estaban ayudando un poco.
- Cassandra... me gusta tu progreso – cambiando de agujero penetrando ahora mi trasero-. Sigue trabajando así y pronto podrás ir a alguna misión.
- Ella quizás podría ir a trabajar conmigo señor, ver como se desenvuelve, soy de su total confianza, yo la delataría si no hace algo bien.
- Suena a una buena idea... quiero que te equivoques – golpeando con fuerza en mi interior obligándome a gritar-. Quiero castigarte joder...
- ¿entonces que dice señor? Puedo llevarla conmigo hoy, ella podía seducir al panzón mientras yo me quedo con su hija, sería un beneficio doble.