Colección de One-Shot's Spirk

8: The Fight

Jim era consciente de que Bones lo miraba fijamente, pero optó por ignorar la mirada de su amigo.

- ¿Cuánto tiempo durará esto?

- ¿Qué, Bones?- Preguntó Jim con cansancio. Él siempre estaba cansado últimamente. Especialmente emocionalmente

- Ser estúpido no te queda bien, Jim. Tú y Spock ¿Se ha separado para siempre?

- Dos semanas-, dijo con pena. Contra su voluntad, su mirada se desvió hacia donde Spock estaba sentado en el comedor con Uhura, por supuesto, tenía que ser a propósito.

- Dos semanas de ustedes dos no hablan entre sí, excepto para el deber que lo requiera.

- Sí, lo sé-. Jim hizo una mueca. Una parte de él tenía mucho miedo de que fuera eso. Spock y él habían terminado, él ni siquiera estaba seguro de por qué. ¿Una pelea estúpida y todo terminó?

Desde la pelea, Jim no le había dicho una palabra a Spock a menos que tuviera que ver con algo relacionado con una misión o el barco. Y Spock le había hecho lo mismo a Jim. No habían jugado al ajedrez, no habían compartido una comida, no habían hecho el amor o incluso dormido en la misma habitación. Nada. Como si no hubiera sido nada entre ellos.

- ¿Va a ser así por el resto de la misión, Jim?- Preguntó Bones, su voz se suavizó.

¿Que paso? ¿Fue su primer y único intento de una relación real que terminó en la mayor angustia de su vida? ¿Cómo iba a hacer esto? Ocultando el dolor como siempre lo hizo.

- Espero que no-, dijo Jim honestamente. Pero maldición, su corazón duele. Lo estaba matando.

- ¿Por qué no eres tú quien le dice a Spock que lo sientes?

Jim se frotó las sienes.
- Ni siquiera recuerdo lo que comenzó todo esto. Pero ya ves lo rápido que corrió hacia ella.

Bones miró hacia la mesa de Spock y Uhura.
- No ha vuelto con ella.

Jim ni siquiera podía mirar.
- ¿Estás seguro?

- No-, admitió Bones. - Simplemente no creo que ni siquiera el duende sea tan frío.

Jim empujó su plato de comida en su mayor parte intacta. 
- Ya no sé nada más. Creo que tengo que pasarme la vida solo, Bones.

- Jim...

Se puso de pie y luego se tambaleó, sosteniendo su cabeza.

Bones se puso de pie y lo agarró. 
- Jim, ¿estás bien?

Jim negó con la cabeza.
- Un dolor de cabeza, Bones. Simplemente, solo me levanté demasiado rápido.

- Quiero verte en medbay.

Jim frunció el ceño. 
- De ninguna manera. Debo ir al puente.

- Deja que el duende tome el mando.

- No le estoy pidiendo nada, Bones. Estoy bien.

- Y testarudo como el infierno-, murmuró Bones.

Jim intentó sonreír y le apretó el hombro a Bones. 
- Estoy bien. He trabajado en turnos sintiéndome peor antes.

Luego, sin mirar atrás, dejó el desastre y se dirigió hacia el puente.

- Capitán en el puente-, dijo Sulu mientras Jim bajaba del turboascensor.

- Informe de estado, Sr. Sulu.

- En curso para Ceti tres, señor.

- Gracias.

Jim recogió su PADD y ni siquiera levantó la vista cuando las puertas del turboascensor se abrieron nuevamente, aunque sospechaba que Spock y Uhura iban a sus estaciones. Una oleada de náuseas lo atravesó y cerró los ojos. Él podría superar esto. Cualquier cosa que sea lo que esto era.