15: Interference

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Jim vio a su madre por el pasillo tan pronto como sonrió a la estación espacial. Ella lo estaba esperando, así que corrió hacia ella, dejando atrás a sus dos acompañantes.

- ¡Mamá!

Ella lo abrazó o tal vez el la abrazó. No importaba, estaban abrazándose y haciendolo con tanta fuerza que Jim apenas podía respirar.

- Cariño -, susurró al lado de su oreja. - Ha sido tanto tiempo.

- Demasiado tiempo -, estuvo de acuerdo Jim, apretando su agarre. Tal vez podrían estar aquí así todo el día. Estaría bien con él.

Pero entonces Bones se estaba aclarando la garganta y Jim se liberó de los brazos de su madre. Se giró para sonreír a sus amigos.

- Mamá, este es Bones.

- Leonard McCoy, señora,- dijo Bones, ofreciéndole su mano para estrecharla.

Ella sonrió y lo sacudió.
- Jimmy habla de ti todo el tiempo. ¿Puedo llamarte Leonard?

- Me gustaría eso.

- Y yo soy Winona.

Bones le devolvió la sonrisa.
- Encantado de conocerte, Winona.

Jim se volvió hacia Spock.
- Y este es mi primer oficial, Spock. Mi madre, Winona Kirk.

- Es un honor conocerla, comandante -, dijo Spock.

- Es maravilloso conocerlo también, Sr. Spock. Pero por favor, dime Winona.- Su sonrisa se puso un poco acuosa mientras miraba a Bones y Spock.
- No puedo agradecerles lo suficiente, a ninguno de los dos, por lo que hicieron por mi hijo...por mí.

Jim pudo ver que ambos estaban incómodos con sus palabras. Las mejillas de Spock estaban enrojecidas de verde y Bones se movía nerviosamente. Se apiadó de ellos.
- Mamá.

Sus ojos también se veían húmedos, pero ella sonrió.
- Lo sé.- Ella tomó su mano en la de ella. - Yo solo...estás vivo y puedo tocarte. Es un poco abrumador.

Él le apretó la mano y trató de no dejar que sus emociones abrumaran a las suyas. Ponerse lloroso frente a Bones y Spock no era algo que Jim quisiera hacer.
- Para mí también.

- ¿Vamos a almorzar?-, Sugirió su madre entonces.

Bones negó con la cabeza.
- En realidad, Winona, Spock y yo tenemos que encargarnos de conseguir algunos suministros médicos que tanto necesitamos.

- ¿Solo tú y yo entonces, Jimmy?

- Suena perfecto para mí -, le dijo Jim. En realidad, se alegraba, porque egoístamente quería a su madre para sí mismo por un tiempo. Apenas llegó a verla desde que estaba estacionada en esta estación espacial en particular.
- Los alcanzaré a los dos más tarde.

- Sí Capitán -, dijo Spock mientras se volvía para seguir a Bones.

- Me gustan -, dijo su madre, mientras ella enlazaba su brazo con el suyo y se dirigieron por el pasillo. Se sentaron en el restaurante y eligieron sentarse cerca.
- Te ves bien. Cansado, sin embargo.

- Siempre estoy cansado -, admitió Jim. - No duermo lo suficiente. ¿Pero tu? Te ves genial.

Ella puso los ojos en blanco.
- Si tú lo dices.

- Lo hago.

En ese momento su camarera apareció en su mesa. Ella miró a Jim.
- ¿Qué puedo traerte, cariño?

- Es un capitán -, dijo su madre.

La camarera sonrió.
-¿Qué puedo traerte, capitán cariño?

Colección de One-Shot's SpirkDonde viven las historias. Descúbrelo ahora