Colección de One-Shot's Spirk

1: Miss Me

-¿Me vas a extrañar?-, Jim le preguntó a Spock mientras yacían en el resplandor del amor. Estaba cubierto de un fino brillo de sudor, aunque Spock no parecía particularmente sudoroso, maldito sea el vulcaniano.

- Te habrás ido tres días y solo dos noches-, respondió Spock.

-Te extrañaré.

  Spock no tenía una respuesta para eso y Jim suspiró. Su cabeza había estado apoyada en el pecho de Spock, pero ahora se levantó y se colocó de costado frente a Spock, que todavía estaba echado sobre su espalda.

  Jim tomó los dedos de Spock con los suyos y los acarició juntos. 
-¿No me extrañarás?

- Yo no dije eso.

- No dijiste que lo harías tampoco-. Jim suspiró. - Me gustaría que vinieras conmigo.

- Tanto el capitán como el primer oficial no son necesarios.

- Lo sé, Spock. Es solo ... no importa.

  Spock abrió la boca como para hablar, pero Jim fingió un bostezo.

- Wow, estoy súper cansado de repente.
Se inclinó y colocó un beso en los labios de Spock. 
- Buenas noches, Spock -. Se volvió para mirar a Spock y cerró los ojos, tratando de no decepcionarse.

****

  Jim estaba muy cansado cuando sonrió a bordo del Enterprise de la reunión de tres días que había tenido en Starbase 9. Dios, los Almirantes y dignatarios podían hablar para siempre.

  Salió de la plataforma del transportador y logró una sonrisa cansada para el jefe detrás de los controles. Regresó un par de horas antes de lo previsto originalmente, así que en lugar de dirigirse al puente, Jim fue a su habitación.

  Un control con la computadora indicó que Spock estaba en el puente, por lo que Jim se deshizo de su ropa y se metió en la ducha. Planeó tomar café cuando terminó, para poder enfrentar el resto de su turno. Lo que realmente quería era aproximadamente tres días seguidos de sueño, pero eso no iba a suceder.

  Se envolvió una toalla alrededor de la cintura y salió del baño.

  Spock estaba en su cuarto, con las manos a la espalda. Por un momento, fugaz, Jim se molestó porque Spock había entrado en su habitación sin su permiso. Solo habían sido ... bueno, lo que fueran ... durante un par de semanas. Spock no debería pensar que podría entrar sin preguntar, ¿o sí? Pero Jim se dio cuenta de que normalmente no le importaría. Todavía estaba molesto por Spock y no le decía a Jim que lo extrañaría.

- Hola, Spock. ¿Todo bien? - Jim sonrió. - Regresé un poco temprano así que pensé que tenía tiempo para ducharme.

Pero Spock solo lo miró.

- ¿Spock?

  Spock se movió de repente, tan rápido que Jim lanzó un grito de sorpresa cuando fue empujado contra el mamparo. El Vulcano golpeó con sus manos a ambos lados de la cabeza de Jim, atrapando a Jim allí.

- ¿Qué? - Preguntó Jim, con los ojos abiertos de sorpresa.

  Spock aplastó los labios de Jim bajo los suyos, feroces y agresivos. Jim gimió y echó sus brazos alrededor del cuello de Spock, presionando en el beso, hacia Spock.

  Cuando Jim finalmente tuvo que salir a tomar aire, parpadeó sin comprender a Spock. 

- ¿Qué fue eso?

-Te extrañe.

- Oh -. Jim sonrió. - Oh.

- ¿Es eso todo lo que puedes decir?
  Preguntó Spock, con las pupilas abiertas de par en par, mientras su mirada se dirigía a los labios hinchados de Jim.

Jim fue a por otro beso. 
- Yo también te extrañé.