Harry y Ginny

Hogsmeade

La luz volvió a los terrenos de Hogwarts con la llegada de algo más de nieve, pero por suerte solo era una suave brisa blanca que se desplomaba bajo un ligero sol.

Harry se despertó e intentó despertar a Ron pero le costó un buen rato conseguir levantar al pelirrojo.

-Ron, despierta tío, has quedado con Lavender.

-Ojalá hubiera quedado con mi almohada. -Farfulló Ron bocabajo.

Harry se rió y le pegó con su almohada de broma, en ese momento se abrió la puerta del baño de donde salía Neville.

Se le veía nervioso, iba prácticamente vestido para una boda, apestaba a colonia por todos lados y tenía un litro de gomina en la cabeza.

-¿Co... Cómo me veis chicos?

Ron se reclinó para ver el aspecto de Neville.

-No te vemos, eres una masa de gomina rodeada de una nube tóxica de perfume. -Dijo Ron vacilante.

-¿Qué? -Preguntó Neville asustado.

-Neville tío nadie va tan arreglado a Hogsmeade, no vayas con el uniforme pero tampoco hace falta ir tan elegante. -Le explicó Harry riéndose.

-¿Entonces qué? He quedado con Luna.

-Ves como si fuerais amigos y ya, que no se note tanto que te gusta. -Contestó Ron.

-¡Pero quiero que sepa que me gusta! -Contestó Neville.

-¿Y quieres gustarle? -Preguntó Harry.

-¡¡Claro!! -Respondió Neville tenso.

-Pues entonces tiene que parece que no te gusta. -Añadió Ron.

-¿Qué? -Se extrañó Neville.

-Tiene que parecer que no te gusta casi aunque te guste porque si no, no le gustarás pero si piensa que no te gusta, a ella le gustarás y entonces ahí demuestras que te gusta. -Intentó explicar Harry dejando a Neville boquiabierto.

-Pe... Pero ¿¡Qué sentido tiene eso!?

-Ninguno, pero funciona así, es imposible entender a las mujeres. -Añadió Ron.

Harry ya se había vestido del todo mientras Neville y Ron intentaban descifrar la mente de las mujeres, llevaba unos vaqueros normales, un suéter negro, un abrigo polar del mismo color y por supuesto su bufanda de Gryffindor.

-Bueno chicos yo me voy, y Neville tampoco te comas mucho la cabeza, Luna no es como las demás chicas así que nunca sabes qué estará pensando. -Dijo Harry marchándose hacia la escalera.

-¡Tss eh, espera Harry! -Una voz apareció antes de disponerse a bajar.

Harry se giró y vio a Dean, casi se había olvidado de que Dean ahora estaba en el equipo, y no le hacía ninguna gracia teniendo en cuenta su historia con Ginny.

-Ah, hola Dean pensaba que ya estarías abajo.

-Que va tío me estaba arreglando, ¿Cómo me ves?

Dean se había peinado bastante y llevaba una chaqueta nueva.

-Bien ¿Y eso que vas tan arreglado? -Preguntó Harry intrigado especialmente.

-Es que ya sabes, va a venir Demelza también con nosotros. -Sonrió Dean con complicidad.

A Harry le alivió mucho escuchar esa respuesta y le devolvió la sonrisa con la misma complicidad.

-Va, vamos ya que nos estarán esperando.

Al llegar abajo ya estaban el resto esperando, Ritchie y Jimmy hablaban
con Katie mientras Ginny ayudaba a peinar a Demelza que parecía algo nerviosa.