Harry y Ginny

La fiesta (Parte 1)

Harry salía cabreado de los vestuarios, el primer entrenamiento había sido un desastre, Mclaggen no hacía más que intentar dar órdenes a todos e insultar a la vez, Ritchie Coote y Jimmy Speakes no conseguían batear ninguna bludger y Katie Bell, Demelza y Ginny no marcaban prácticamente ningún tiro, todo el mundo llevaba mucho sin entrenar y había mucho trabajo por delante, para colmo Ron estaba en las gradas cabreado porque Mclaggen había sido seleccionado guardián y no él.

Harry salía enfadado hacia el castillo cuando Ginny le alcanzó.

-¿Parece que no estamos en nuestro mejor momento no? -Preguntó Ginny retóricamente algo cabizbaja.

-Sí, tenemos mucho que hacer si queremos ganar la copa de quidditch este año.

-Tranquilo, esta noche nadie se acordará del entrenamiento. -Dijo Ginny sonriendo de lado.

-¿Crees que saldrá bien? A lo mejor no deberíamos salir tanta gente por la noche el primer día de clase... -Preguntó Harry.

-No te preocupes Harry, yo te protegeré de los monstruos.

Harry río ligeramente y en ese momento apareció Ron y les alcanzó de camino al castillo.

-Oye Harry he estado viendo el entrenamiento y creo que deberías hacer otras pruebas para guardián del equipo... -Dijo Ron.

-Vaya parece que aquí está el primer monstruo. -Dijo la pelirroja.

Ginny sonrió y se adelantó para dejarlos solos, Harry también sonrió por su comentario y la observó mientras se iba durante unos segundos.

-¿Me has oído, Harry? -Preguntó Ron.

-¿Qué? -Respondió Harry.

-Harry últimamente estás muy raro, como si no escucharás lo que te digo.

-No sé, supongo que tengo la cabeza muy ocupada.

-Bueno pues eso creo que deberías reconsiderarlo. -Volvió a insistir Ron.

-Ya sabes que no puedo Ron. -Respondió el azabache desanimado.

-Va, por favor Harry. -Rogó Ron.

Harry se cansó de Ron y tampoco estaba de humor para discutir así que después de un buen rato de ruegos y de que Ron jurará compartir sus riquezas con él si algún día era millonario, Harry decidió preparar otra prueba para la semana que viene.

La gente iba llegando al gran comedor, todos habían tenido un día duro y lleno de deberes. Algunos habían tenido también una tarde demasiado cargada pero la mayoría de los alumnos de sexto y séptimo parecían bastante animados por la fiesta, el resto del colegio no entendía porque no estaban igual de cansados que los demás.

Harry llegaba después de haberse duchado y cambiado por el entrenamiento, Ron se había adelantado y ya estaba en la sala común discutiendo con Lavender sobre pactos absurdos de fidelidad y Hermione llevaba mucho tiempo en su habitación "arreglándose", era algo raro en ella porque nunca solía cuidar tanto su aspecto para nada. Como ninguno de sus amigos estaba allí, Harry decidió sentarse al lado de Neville y Seamus.

Mientras Neville y Seamus debatían sobre técnicas para ligar completamente absurdas, Harry estaba ido en su propio mundo, no tenía nada de ganas de esa la fiesta la verdad y se estaba planteando si ir o no. El ojiverde giró la mirada y vio a Ginny acercarse a ellos, parecía algo nerviosa.

-Hola chicos. -Dijo Ginny rápidamente.

Los tres le saludaron y al segundo siguieron con su absurda conversación sobre si a las chicas les gustaba más un cuidador de dragones o un cazador de gigantes, Harry suspiró y se fijó en que Ginny parecía inquieta.