Relatos de risa y llanto.

VI.

Insipira, inhala, exhala.

Concentraté en la noche, en el silencio, en el caós. Concentraté en tí. En mí. En nosotros. En todo y en nada al mismo tiempo.

Concentraté en la lluvia, en el sol. En el aire y en el fuego.

Concentrate en la luz de la luna, en el brillo oculto que resplandece detrás de las oscuras nubes.

Concentraté en la tristeza oculta en falsas ilusiones.

Concentraté en la felicidad escondida y guardada muy dentro tuyo.

Concentraté en el enojo, y la furia.

Solo, déjate fluir. Cierra los ojos un momento y camina despacio el camino de tus recuerdos. A donde te llevan y a donde quieres llegar con ellos. Luego, sueltate. Dejate ser libre, olvidar el pasado, soltar lo que te hace mal en este momento. No pienses en que será, ni en lo que ya fué. Solo en el ahora. Contemplate en tu totalidad. Evalua las posiblidades. Sientete bien contigo mismo.

Convencete de hacer todo lo que te propongas. Cree en tí.

Concentrate ahora en la música, melodía única que sirve para calmar y relajar. Una canción,una frase, una palabra. Deja que te llene de amor, felicidad y paz. Llevala contigo a donde vayas, para que cuando se te olvide, te recuerde quien eres y a donde vas. Sin importarte las limitaciones que puedas llegar a afrontar.