Relatos de risa y llanto.

Corazon.

Lágrimas silenciosas en la oscura habitación. El corazón caliente y latiente como si todo al final volviera a ser como antes. Dos personas y alguien más, que entre silencios y pausas prefieren dejar de hablar. En la memoria, los recuerdos, que pasan fugaces uno tras otros. La sombra de la risa, los textos largos, la sonrisa, el depertar y la felicidad de estar juntos. Los recuerdos, estúpidos recuerdos, pasan burlándose uno tras otro, haciendonos saber que ya eso cambio. No es lo mismo, hay dejos de dolor, discusiones, y silencios. Todo parece tan lejano en el tiempo cuando en realidad esta tan cerca. Intento tomarlos con la mano temblorosa. Intentando conservar al menos uno. Y en la calurosa noche se escapa, opacado por los nuevos recuerdos de palabras hirientes, mentiras disfrazadas de verdad. Y un alejamiento que si bien podria ser imperceptible, se siente con disgustos. Y ya no se sabe que hacer. Todo esta roto. Son los restos del rompecabezas tirados frente a la fogata. Y la decisión es clara. Quedarse con piezas o quemarlas y seguir. Mientras las piezas arden en la mano fría, el corazón siempre se mantuvo caliente. Y siempre lo estará porque después de todo siempre te perteneció.