XXIII

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Era la luz en el verano, la luna que alumbraba en la oscura y fria noche, hasta que un dia, la noche se hizo presente, mas oscura que siempre, el frio cambió todo el entorno, haciendolo hostil, aburrido e igual. Y entonces la luz cesó, el eclipse vino para quedarse, la luna, se apagó y no quiso aparecer, y con ellos desaparecieron los amigos, los amores, y la calidez de una sonrisa. Todo se desmoronó y se transformó en oscuridad y lágrimas, un vacío existencial que no logra llenarse con nada de todo lo que intento y asi estoy esperando a que un dia, la luz vuelva y el sol se ponga, primero leve, con unos suaves rayos, calentando las casas, y el pasto, para luego volverse mas cálido, y brilloso, único. Para empezar a nacer de nuevo. Mientras tanto el tiempo seguirá su curso, y continuaré en ese mundo de sueños utópicos donde creo que podré caminar.

Relatos de risa y llanto.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora