VII

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Me siento débil y fría, sin capacidad de entender que es lo que me pasa, sin capacidad de entender mis sentimientos. Hay días en que podría alejarme de todo mal, de salir de donde estoy, y luego de la nada, pensando quiza, en cosas que no deberian importarme, asi de repente el pecho comienza a dolerme, y las lagrimas terminan fluyendo, descargando todas las antiguas emociones malas, todo lo acumulado.

Y obvio que prefiero reirme hasta que la panza me duela, pero ahora sin saber las razones sé que necesito llorar, llorar por todo el pasado que supuestamente ya solte, por las angustias y dolores acumulados que guardo en mi interior. Y quizá se que no estoy bien, pero ¿Cómo pedir ayuda a alguien cuando ni siquiera uno sabe entenderse? Seria algo contradictorio.

Además hablar de todo lo acumulado no me hace bien, no me gusta. Me siento débil. Y no quiero parecer así, aunque en el fondo lo tenga muy claro. Puedo simular que las cosas no me afectan, pero la verdad, es que sí, todo me afecta. Y me molesta que la gente descubra ese lado de mi, ese lado que llora, el que siente, el que tiene miedo y en definitiva mi lado mas débil y vulnerable. El que me ataca en las noches, entre las once y las dos de la mañana, y me hace replantearme si en realidad todo lo que hago sirve para algo, o no.

Relatos de risa y llanto.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora