Estas roto y no poder hacer nada para sanarte.
Simplemente estás, pero no sos vos.
Vos ya te fuiste, crees haber acumulado suficiente.
Siempre acumulas, pasado, gente, recuerdos.
Y la gota culmine desborda el vaso de nuevo.
Pero la culpa no siempre la tiene la gota.
A veces la culpa la tenes vos.
Por dejarte ser asi, por dejarte pisotear por otros.
Por callarte, y guardar.
Guardar sentimientos que te oprimen el pecho.
Y lo sabés, y seguís haciendolo.
Una y otra vez.
Callada, llorando, sin poder hablar nunca, o diciendo algunas cosas.
Porque nunca soltas todo.
Y sí, es re fácil decir "que no te afecte." "que no te influya."
Es facil cuando estás en la felicidad, o cuando te lo dicen otros.
Porque en el momento donde el vaso se rompe, se va todo al carajo.
Quedan piezas rotas en una habitación de lágrimas.
Y sentis el dolor.
Y lo apañas.
Lo sostenes, y te preguntas "¿como aguante tanto?"
Lo aguantas porque otra no te queda.
Y en la vida es soltar la mochila, o pasearla eternamente.
Y a mi soltar no me sale.
Nunca me salió.
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Relatos de risa y llanto.
Short StoryLas personas somos mas de las partes que nos conforman, y con los libros pasa exactamente lo mismo. En este momento, abrirse a leer esto depende de ustedes. Y si quieren descubrir de que se trata, deberán tomar una decisión, debo admitir que yo no...