Ya me cansé

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POR MI, SON DECLARADOS MARIDO Y MUJER...


Cuando escuche estas palabras que al principio me causaron una gran felicidad, no sabía que estaba marcado mi futuro por mucho tiempo... Hoy, solo un par de años después las cosas han cambiado mucho.


— Aome, dame la playera beige.

— Pero Koga, te ves mejor cuando llevas esta ca... — Le llevaba una camisa color cielo, para mí se ve muy atractivo cuando la viste, pero...

— ¿No me escuchaste?...

—...

— ¡Quiero la beige!

—... Pero... — Solo suspira y me hace a un lado

— ¡Déjalo, lo haré yo mismo! — Como siempre sus palabras solo me lastiman haciéndome sentir una inútil.

— Koga, ya te serví el desayuno — Solo lo contemplo terminar de vestirse, pero no me dice ni una palabra, ni me mira, ni me habla.

— Se me hace tarde, tengo prisa; no me esperes a cenar, tengo entrenamiento hasta tarde; adiós...

— Koga, pero...


Sin decir más, solo toma su chaqueta, sus cosas personales y sale rápidamente de la casa, ni siquiera se despidió de mí... Solo me quedo completamente sola en nuestra lujosa casa.


Desde que regresamos de nuestra luna de miel me lo dijo; no quería que yo siguiera trabajando, yo era publicista; especialista en medios electronicos, él es un famoso deportista y sale continuamente en televisión a pesar de que tiene algunos estudios como veterinario.    Es un personaje famoso debo reconocerlo, me da todo lo que podría necesitar, salvo lo más importante para mí...   Su presencia, su amor y su cariño.


Yo acepte dejar de trabajar porque en verdad lo amaba, quería dedicarme tan solo a cuidarlo y estar con él, pero las cosas son diferentes ahora. Siempre sale corriendo como ahora, nunca está conmigo, solo estoy aquí en esta gran casa completamente sola.


Solo tomo mi habitual taza de café entre mis manos, mientras miro el jardín que con tanto esfuerzo he cultivado, las matas de rosales están hermosas, en plena floración.   Aun plante un huerto de hortalizas porque a Koga le gustan la carne cocinada con verduras frescas y creí que le daría gusto comerlas recién cortadas; sembradas especialmente para él.   ¡Pero ni siquiera nota o pregunta de donde los tomo!


No sé qué más hacer, he intentado de todo, aún recuerdo un lamentable hecho de hace varios meses; ahora solo me río de mi propia ingenuidad y desgracia.   Hace meses que no me toca, no me acaricia, ni me besa; es como un tempano de hielo conmigo, y ahora sus palabras son más duras e hirientes para conmigo; más que antes.


Pero aun así yo quise seducirlo, quise ver si quería que hiciéramos el amor, así que me compre una ropa interior muy sexi en color rojo, hice una cena especial y lo llame a su celular, diciéndole que lo esperaba que le tenía una sorpresa; pero...



— ¿Y ahora que sucede Aome? — Solo me dijo eso cuando llego con una cara malhumorada

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