Movimiento

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— Debo suponer que tú eres el ex de Aome.

— Podría decirse... ¡Legalmente aún soy su esposo!

— Eso solo es un tecnicismo y tú lo sabes bien. — La mirada seria de Suikotsu solo lo analizaba, pero Koga solo los miraba indiferente. — ¿Qué deseas aquí?

— Como ya lo dije. ¡Vine a ver a Aome!

— Pensé que ya habíamos aclarado las cosas contigo ayer. — Aome solo lo miraba ligeramente molesta.

— ¿Ayer? — Miroku solo preguntó eso, recibiendo como respuesta un asentimiento de parte de Aome

— Vino a verme ayer a mi casa, cuando esperaba a Sesshomaru para salir. — Las palabras de Aome molestaron a Koga pero ya se había decidido a no dar a demostrar sus verdaderas emociones.

— Tú me aclaraste tu punto, pero no me quisiste escuchar a mí.

— ¡No hay nada de qué hablar!

— Yo no me puedo ir así. — Solo se incorporó, aún vigilado por Suikotsu y Miroku escudando a Aome — Aome. ¡Necesito que me escuches!

— Yo...

— Solo quiero que me escuches, no te pido otra cosa. Si deseas que ellos estén con nosotros — refiriéndose a Miroku y Suikotsu — no me importa, tan solo quiero hablar contigo.

— Vamos a otro lugar, la calle no es lugar para dar espectáculos. — Suikotsu solo dijo eso, era verdad, la gente ya comenzaba a detenerse para ver la escena — Entremos a la empresa, pero te voy a decir algo. ¡Si haces algo indebido haré que seguridad te escolte a la central de policía más cercana!

— Aquí yo no soy quien ha agredido a alguien — solo miro fríamente a Miroku, que seguía solamente escudando a su amiga.

— ¡Ya te lo advertí! — Tras decir eso, Suikotsu solo los condujo al interior del edificio y se dirigieron a la sala de juntas. — Aquí podremos hablar con calma.



Koga solo se paseó un poco por la sala de juntas, era elegante y de buen gusto, la empresa se veía con lo último de tecnología, muy eficiente y organizada, a pesar de estar provista con una mesa muy grande y sillones ejecutivos que se veían muy cómodos, nadie se sentó, todos solo estaban de pie, mirando al inesperado — y por el momento — indeseado visitante



— ¡Así que aquí has estado trabajando! Se ve que es un buen lugar, por lo visto estás muy a gusto aquí.

—... — Su observación no recibió respuesta alguna.

— Muy bien; viendo las circunstancias — Tan solo puso una mano en el respaldo de uno de los sillones mirándolos directamente — iré al grano... Aome, yo sé que me equivoque, siempre he sido un maldito contigo, te he traicionado y te he herido muchas veces.   Tienes razón, yo siempre he sido un maldito egoísta que no merece nada de ti, nunca te merecí y aún cometí el error de engañarte con esa tonta; sé que con justa razón me abandonaste

—... — Aome se veía cada vez más sorprendida conforme lo escuchaba hablar

— Pero algo te aseguro, lo he estado pagando caro por todo lo que hice.

—... — Suikotsu y Miroku solo lo miraban en silencio

— ¡Aquel día que te fuiste de mi lado, sentí que mi mundo se derrumbaba! Aome. Lo único que deseo es que me perdones todo el daño tan grande que te hice.

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