Ojalá... Deseos para el futuro

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— ¡Te ves bien! — Koga ya la esperaba sentado en la mesa cuando Aome llegó.

— Gracias.

— Yo... ¡Gracias por darme esta oportunidad!

— No,   yo también quería hablar contigo — Koga se vio asombrado cuando la escucho, pero de inmediato se recompuso, no había ninguna esperanza de un arreglo entre ellos, y él lo sabía.

— Sabes, lamento que haya echado a perder nuestro matrimonio, sé que todo fue mi culpa y te perdí.

—... — Aome iba a decir algo pero Koga la detuvo con una mano.

— Por favor déjame decirte esto. ¡Perdóname Aome! ¡Perdóname por todo el daño que te hice! Por no haber sabido ser un buen esposo para ti y no haberte dado el hogar y la familia que te prometí, por haber faltado a todas mis promesas que te hice, por dejarte olvidada y sola en esa casa.   ¡Ahora entiendo lo que sentiste en ella!   Yo... ¡me equivoque! — Aome solo lo miraba asombrada y con tristeza reflejada en su rostro.

— ¡No!

—... — La primera palabra de Aome lo dejo sorprendido, en su rostro se veía que esperaba una respuesta dura, pero...

— ¡Yo también me equivoque! No supe cómo llevar mi matrimonio contigo. ¡Si te hubiera enfrentado cuando me sentí así, si te hubiera dicho por lo que estaba pasando, si te hubiera dicho lo olvidada y sola que me sentía; y aun cuando recibí aquella llamada, si te hubiera enfrentado, si yo te lo hubiera dicho...!

—.... — Aome solo sonrió con amargura ante la expectante mirada de Koga

— ¡Tenías razón! No me puse a pensar en si te ibas a preocupar por mí; o realmente creo que pensé que no te importaría si desaparecía.    ¡Aun así, debí decirte!    Seguramente de todas formas nos habríamos divorciado, pero hubiera sido diferente... Pero no lo hice, deje que mi amargura y dolor por lo que vivía a tu lado fueran matando mi amor por ti y por ello ya no quise luchar más y te abandoné. Me fallo la comunicación contigo. ¡Yo también me equivoqué!

— Quizás será porque yo no te daba la oportunidad de que hablaras conmigo. — La añoranza se veía en su mirada — ¿Ya no recuerdas todas las veces que quisiste iniciar una conversación conmigo durante los almuerzos o cenas y yo prefería callarte o salirme y dejarte con la palabra en la boca y me iba?

—...

— No Aome, yo te lleve a eso.

— Pero yo....

— ¡Además tenías razón! Ayame no fue la primera mujer con quien tuve una aventura. — Se veía realmente avergonzado mientras le decía esto — Solo fue una de tantas

—... — Aome se quedó callada al escuchar esto

— Ni siquiera sé porque lo hacía. — Aome solo se agacho un momento. — Teniendo una maravillosa esposa como lo fuiste tú conmigo; lo eche a perder por unos momentos de placer.    Y cuando quise recuperarte fue muy tarde.    Ni siquiera te conocía, era tan fácil encontrarte; pero no te conocía lo suficiente para que se me ocurriera donde podías estar   —   Por un momento los ojos de Koga se veían acuosos pero se recomponía en instantes.

—...

— ¡No quería dejarte ir! En verdad, no quiero dejarte ir, pero es lo único bueno que puedo hacer por ti, es la única forma que tengo de demostrarte lo mucho que me importas, es dejarte que seas feliz en la vida que escogiste para ti, aunque no es conmigo.

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