T w o

16 2 11
                                    

Han pasado meses desde que renuncié al trabajo, mis antiguos jefes me rogaron que no los dejara, pero al contarles lo sucedido y cada uno de los abusos por parte de sus queridos hijos me dejaron ir. No volví a ver al chico que me salvó, posiblemente nunca más tenga la oportunidad de hablar con él. Afortunadamente conseguí otro trabajo, una cafetería bastante concurrida, pues en sus alrededores se encontraban las agencias de ídolos más reconocidas de toda Corea. Las fans se refugiaban en las miles de cafeterías solo para esperar que alguno de sus ídolos se dignara a salir.

Varios extranjeros también trabajaban aquí, al menos no me molestaran más por ese pequeño detalle. Todos eran muy amables y en pocas semanas ya me sentía a gusto con el trabajo, a pesar de que era un poco estresante cuando estaba completamente lleno. Me encontraba haciendo guardia pues los demás habían salido a almorzar, unas 3 mesas estaban medio llenas, por lo que prácticamente estaba en mi descanso. Me dispuse a escuchar música y a revisar mi teléfono cuando alguien toca la mesa llamando mi atención. Me preparé mentalmente para decir la típica frase que tuve que memorizar al segundo que llegué aquí.

-Bienvenido a HotCoffee, ¿Qué desea?-Apenas levante la mirada sentí que mi respiración se cortó. Ahí estaba él, igual de sorprendido que yo.

-Tú... Eres la chica que chocó con mi auto.-Dijo sonriendo.

-Sí.-Dije incomoda.

-No esperaba encontrarte aquí, creí que nunca te volvería a ver.-Confesó.

-Pensaba lo mismo.-Su mirada estaba comenzando a intimidarme.

-Y bien... ¿Ordenaras algo?

-¡Oh! Sí, ¿qué me recomiendas?

-La verdad es que no he probado nada de lo que venden aquí, soy nueva.-Mis mejillas comenzaban a emanar más calor de lo normal.

-En ese caso, quiero un vainilla latte.-Me di la vuelta para preparar su orden.- ¿Cuánto tiempo llevas aquí?-Preguntó.

-Pocas semanas.-Recibí su pago y le di el cambio.-¿Quieres que le coloque tu nombre?

-Sí, claro.-Sonrió.

-Necesito tu nombre.-Dije.

-Mejor escribe el tuyo.-Respondió.

-¿El mío? ¿Por qué?

-No lo sé, debe ser igual de hermoso como tú.-Lo miré con las mejillas ardiendo.- Además la otra noche no quisiste decírmelo.

-De acuerdo.-Estiré levemente mi brazo en busca de un marcador, le escribí mi nombre al vaso y se lo entregué.

-Sunny.-Dijo mi nombre.-Me gusta.-Acto seguido me sonrió y se fue. Hasta ese momento no había notado que mi respiración estaba irregular.

-¿Te encuentras bien Sunny?-Preguntó Megan, los demás habían llegado de su descanso.-Estas hirviendo.

-¿Eh? Si, si estoy bien, es que tengo hambre.-Fui a buscar mis cosas y al salir a la calle solté un gran suspiro.-Eso fue muy intenso.


                                                                                       ****

-¿Dónde has estado Jaehyun? Llevo toda la tarde llamándote.-Dijo mi madre molesta al verme entrar.

-¿No crees que tengo derecho a distanciarme tan solo unas horas?-Dije molesto, últimamente no me dejaban estar ni un minuto solo, la empresa de mi padre es la más importante en todo Seúl, por lo tanto soy el heredero y muy pronto tomaré su lugar.

Amor entre barrerasDonde viven las historias. Descúbrelo ahora