Reencuentro. [Parte III]

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—Kagami-kun, ¿ese no es el auto de Mursakibara-kun? —Mencionó Tetsuya observando un auto negro fuera de la mansión Akashi.

—Oh, sí es. —Mencionó el pelirrojo al ver a Murasakibara bajar del auto a hablar por el ínter comunicador.

—Y atrás nuestro está el auto del tío Midorima. —Gritó Hikari llevantándose del asiento. El movimiento despertó al pequeño Hikaru, quien se había quedado dormido en el asiento para bebés. El pequeño comenzó a llorar.

—Hikari. —Regañó Tetsuya mientras trataba de calamar a su bebé, cosa difícil pues él estaba en el asiento del copiloto y el bebé estaba en la parte de atrás.

Kagami movió su auto cuando el auto de Murasakibara comenzó a andar dentro de la mansión. No hubo necesidad de que él pidiera que abrieran, pues Tatsuya los había notado y le había pedido a su esposo que avisara para que solo ingresaran los tres autos.

—Kuro-chin. —Saludó Murasakibara al bajar del auto, las tres familias habían bajado coordinados de sus autos y por ello Kuroko fue lo primero que vio el titán.

—Murasakibara-kun. —Saludó el pequeño con una reverencia.

—Kuroko-san. —Gritaron las dos pequeñas hijas del matrimonio Murasakibara, corrieron al de cabello celeste y se abrazaron a él.

—Ai-chan, Atsu-chan. —Saludó Tetsuya poniéndose a nivel de los dos pequeñas.

Por otro lado, Kagami se encontró con Takao e inevitablemente el pelinegro abrazó al pelirrojo, "tan animado como siempre." Pensó el pelirrojo.

—Los extrañé. —Dijo Takao separándose de Kagami. Su esposo e hijos habían llegado a su lado, al igual que el pequeño Tora se había posicionado junto a su padre.

—Midorima. —Saludó Kagami, aún parecía como si ninguno se hubiera casado, pues todos se llamaban por sus antiguos apellidos y no con los que habían adquirido después de casarse.

–Kagami, ¿cómo estás? —Preguntó el de cabello verde, no pudo obtener una respuesta cuando sus hijos miraron al tío Kagami.

—¿Dónde está Tetsuya-san? —Preguntaron los dos pequeños al unísono, el mayor volteo al lugar donde se suponía que debía estar su esposo, mas este ya no se encontraba ahí. La puerta del auto estaba cerrada y ninguno de sus hijos estaba con él, "¿En qué momento se fue Tora?" Pensó, pues el pequeño había estado junto a él solo hace unos momentos.

Suspiró e integrándose a la familia Midorima, comenzaron a caminar hacia la casa. "¿Es que algún día dejaría de perder a su familia?" Pensó Midorima mientras tomaba la mano de su esposo.

***

—Tetsuya-san. —Gritaron todos los niños presentes en el salón, inclusive los que estaban jugando basquetbol lo habían dejado cuando vieron a su tío entrar. Y no era para más, Kuroko había estado para todos aquellos niños junto a Furihata, ya que sus amigos había confiado en ellos cuando sus hijos eran más pequeños.

—Hikaru-chan. —Gritaron dos pequeñas mirando al pequeño bebé, la hija de Akashi quería cargar a su pequeño primo, mientras la hija de Momoi se mantenía solo observando.

—Hikaricchi. —Gritó una rubia mirando a la pequeña, la niña sonrío al ver a la hija de su tío Kise.

—Hikari. —Gritó una emocionada morena mientras corría hacia la pequeña. La menor abrió sus brazos y la hija de los Aomine pudo levantarla en un abrazo, una escena muy bonita según Seiji y Kō.

—Tora. —Dijeron los hijos de Aomine al ver a su primo, Asahi le sonrió mientras levantaba su puño para que el menor lo chocara el suyo y eso hizo el menor. Ryû miraba a ambos y no pudo evitar esbozar una sonrisa ante aquello.

—Tetsuya-san. —Gritaron nuevamente, pero esta vez eran los hijos de su amigo de cabello verde. Los pequeños corrieron hacia su tío, dejando atrás a sus padres y a su tío Kagami.

—Akashi. —Saludó Midorima al pelirrojo.

—Shintaro. —Contestó el más pequeño tomando la mano de su amigo y estrechándola.

—Kou-chan. —Gritó Takao hacia el castaño.

—Kazunari-san. —Saludó Kouki. 

Todo parecía muy tranquilo, la generación de los Milagros estaba ahí, reunida al fin. Kouki miró a su esposo, este parecía algo inquieto, pero aun así mantenía una amena conversación con Midorima. Todo era muy tranquilo en aquel momento, hasta que un gritó sorprendió a todos.

—Tetsu-kun. —Gritó Momoi corriendo hacia su amigo, la chica de cabello rosa saltó hacia su amigo, pero no pudo lograr su objetivo pues fue interceptada por los brazos de Taiga.

—Por favor, abrazos normales, Momoi-san. —Dijo Tetsuya mostrándole a su bebé, cierto, lo había olvidado. La chica se dio un golpe mental, que luego se convirtió en un golpe físico cuando su esposa la golpeo por ser tan descuidada.

Sí, era una reunión normal, una reunión normal de la generación de los Milagros.

***

—¿Ah? —Exclamó sorprendido el pelinegro mientras miraba a su esposo. ¿Debía ser un juego, no?

—Y es así.

—Imposible. —Habló Hyuga mientras se levantaba del asiento.

—No para él, justo ahora todos están yendo para allá.

—¿No es mucho? —Cuestionó Hyuga mientras pensaba, era cierto que la casa de Akashi era muy grande, pero debía ser una broma.

—Tengo que terminar de llamar, ¿puedes cambiar a los niños?

—Pero...

—Jumpei-chan. ¿No estás emocionado?

Y con aquella palabras entendió, quizá todo era una locura por parte de Alashi Seijūrō, pero aquella locura parecía tener feliz a su esposo y a él también. Habían pasado años, ¿podía ser Akashi algo así como un dios misericordioso?

Dejó a su esposo de lado y salió rumbo a la habitación de su hija mayor, le aviso que saldrían y que estuviera lista. Se dirigió a la habitación de sus dos gemelos y los despertó para alistarlos.

"¿No estás emocionado?" Recordó, ¿cómo no podía estarlo?

Una vez más. ~ Kuroko no basket.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora