Lauren POVTanto Camila como yo nos quedamos observando detenidamente al individuo que se había acercado a nosotras, y pude ver por su rostro que conocía a mi compañera de paseo. Cuando miré a Camila, me di cuenta por su cara de preocupación de que ella también lo conocía, por lo que fruncí el ceño.
– ¿Qué estás haciendo aquí, Austin? –le preguntó ella dando un paso hacia atrás, alejándose un poco de mí.
Por desgracia, aquel gesto no pasó desapercibido para mí.
– ¿Es que ni siquiera puedo salir a pasear por el parque? –se excusó él alzando las manos en señal tranquilizadora, aunque sonriendo con petulancia.
–Puedes hacer lo que te dé la gana –le soltó ella, tensa de repente.
El tal Austin me miró con desdén y sonrió con vanidad cuando se acercó a mí.
–Supongo que te habrás dado cuenta de lo buena persona que es Camila –me dijo. –Aunque si yo fuera tú, no me acostumbraría demasiado a ella. Cuando menos te lo esperes te habrá abandonado, y más en tu situación de lisiada.
– ¡Austin!
–No necesito tus consejos –le respondí lacónicamente, intentando por todos los medios disimular el malestar que sus palabras me habían causado. Sobretodo porque acababa de darme cuenta de que el muy imbécil tenía razón.
–Pues yo que tú los aceptaría.
–Lárgate de aquí, Austin, y deja de molestarnos –Camila se había puesto nerviosa, pues comenzó a respirar agitadamente y sus manos se convirtieron en puños a sus costados.
Él la miró con una ceja alzada.
– ¿De verdad que me has dejado por esta lesionada? –volvió a preguntar, y en ese instante quise darme la vuelta y marcharme. Sin embargo, no lo hice. – ¿Qué diablos te da ella que no te dé yo? Es una mujer, no seas estúpida, tú no eres lesbiana!
– ¡No es de tu incumbencia! –se hartó Camila, consiguiendo simplemente que su amiguito se riera. –Y ahora, por favor, déjanos.
Austin nos dedicó una última mirada y, antes de marcharse con una sonrisa engreída, dijo:
–Nos veremos muy pronto, Camila.
Respiré hondo y con la cabeza gacha cuando ese individuo estuvo lejos de nosotras. Sin embargo, no me atreví a alzar la cabeza. Al fin y al cabo, ese idiota no había dicho ninguna mentira.
–Lo siento mucho… –percibí que Camila volvía a acercarse a mí, por lo que apreté los puños sin poder evitarlo. Sólo se aproximaba a mí cuando no había nadie a nuestro alrededor, pues bien que se había alejado cuando apareció él.
–No importa. Me voy a casa –mascullé dando la vuelta con la silla, dispuesta a salir del parque.
– ¿Qué? ¡No! Espera –Camila se apresuró a ponerse delante de mí para impedirme el paso. –Acabamos de llegar.
–Estoy cansada.
–No es cierto. Estás molesta por lo que ha dicho ese imbécil, ¿verdad?
Alcé la cabeza de golpe, enfadada de repente.
– ¿Por qué crees conocerme siempre? No me conoces, Camila, y créeme, no te gustaría hacerlo.
–Sí que me gustaría. Y sabes que quiero hacerlo.
– ¡Pero yo no quiero que lo hagas! –casi le grité.
Permaneció en silencio unos cuantos segundos que se me hicieron eternos.
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So she dance (Adaptacion Camren)
РазноеPorque verla bailar era su salvación. Lauren Jauregui, quien sufrió un accidente y desde entonces esta postrada en silla de ruedas. Camila Cabello, su vecina quien baila todas las tardes y hace que la vida de Lauren tenga algún sentido... Dos person...