Capítulo 6

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Lauren POV

Poco después decidimos que ya iba siendo hora de entrar al local, y a pesar de que ya estaba algo más relajada después de haber comprobado que las amigas de Camila no me trataban de un modo diferente, aún me sentía algo nerviosa. Hacía mucho tiempo que no salía a pasar el rato a un lugar como aquel y, por un momento, cuando estuve dentro del local repleto de luces de colores, recordé con gran nitidez mis años de desfase. Los años que pasé en la universidad sucedieron entre fiestas repletas de alcohol cada semana, por no hablar de las chicas con las que había coqueteado e incluso intimado.

Sacudí la cabeza cuando mi mente comenzó a recordar cosas negativas, y me dije a mí misma que aquél había sido un día demasiado especial y positivo como para amargarme en aquel momento.

–Hey, Lern, ¿te gusta el lugar? –escuché que me preguntaba Camila al darse cuenta de que me había detenido justo a la entrada.

Observé detenidamente a mi alrededor y me di cuenta de que el local era extremadamente moderno, con algunas zonas muy iluminadas y otras no tanto. Esas zonas tan sombrías, supuse, las usaban las parejitas que querían tener algo de intimidad, pero como estaba claro que yo no las iba a usar, las ignoré. Cerca de la barra se encontraba la pista de baile en la que ya había algunas personas moviéndose al ritmo de la música, y un poco más al fondo, en una de las zonas iluminadas, estaban las mesas donde ya se habían sentado las amigas de Camila.

–Sí, está bien –le respondí con una leve sonrisa.

–Oye, cuando quieras que nos marchemos, dímelo, ¿esta bien? No quiero que estés aquí si realmente no lo deseas.

Fruncí el ceño al escucharla.

– ¿Acabamos de llegar y ya quieres irte? –bromeé, consiguiendo que Camila sonriera. –No te preocupes. Me lo pasaré bien.

–Eso ni lo dudes –me aseguró. –Así que, vamos con ellas.

Comenzó a caminar delante de mí hasta que se detuvo delante de la mesa, para después sentarse en una de las sillas vacías. Me di cuenta de que habían apartado una para que yo pudiera colocar la mía, y lo agradecí en silencio.

– ¿Qué les gustaría tomar? Nosotras ya hemos pedido –comentó Dinah levantándose de su silla, por lo que supuse que haría el favor de ir a la barra a pedir lo nuestro.

–Mmm… Yo quiero una Piña Colada –le respondió Camila, y fue entonces cuando Dinah me miró a mí.

Durante un segundo me quedé en blanco, pero al final me decidí por lo primero que se me pasó por la cabeza:

–Un vodka negro con kiwi.

–Voy por ello.

Dinah se alejó de nosotras para ir a la barra y entonces me uní a la conversación que estaban manteniendo los demás. La hora siguiente la pasamos entre charlas y risas, y me sorprendí gratamente al darme cuenta de que me lo estaba pasando realmente bien. Incluso, durante un rato, había olvidado que era diferente y que mi vida ya jamás podría ser como la suya. Por eso, cuando Camila se levantó e incitó a Normani y a Dinah para que hicieran lo mismo, fruncí el ceño.

–Nos vamos a bailar un rato –nos comentó con una amplia sonrisa que me contagió.

Me limité a asentir con la cabeza y me obligué a continuar con la conversación que estaba manteniendo con Ally y con Troy sobre cualquier cosa; sin embargo, mis ojos se desviaron más de una vez hacia la pista de baile. A pesar del lugar en el que me encontraba, no pude evitar pensar que me resultaba increíble lo mucho que había cambiado mi vida desde que Camila llegó a ella. Una semana atrás ni siquiera me habría planteado el hecho de ir a un local a pasar el rato, y en aquel momento me encontraba en uno, rodeada por personas que apenas conocía pero que ya me caían bien, y observando bailar a mi vecina sin poder evitarlo. Aunque bueno, eso último no era nada nuevo, en realidad.

So she dance (Adaptacion Camren)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora