Lauren POV– ¿De verdad que no te ha molestado que haya invitado a tus padres sin pedirte permiso? –me preguntó Camila después de cenar, mientras recogíamos la cocina entre las dos.
–En absoluto. Me ha parecido estupendo, sinceramente.
Ella sonrió ampliamente, terminando de secar un vaso con un trapo.
–Me alegro, entonces. ¿Qué has hecho esta tarde?
–Leer y estar con mi madre. Se ha sorprendido mucho al enterarse de que ahora vivimos juntas.
– ¿Sí?
–Sí, ella también cree que…–me encogí de hombros con una leve sonrisa. –Que estamos juntas.
Camila se echó a reír entre dientes y negó con la cabeza.
–Madres… Me da la sensación de que tu madre y la mía serían grandes amigas si se conocieran.
–Eso ni lo dudes. Se llevarían de maravilla –le respondí riéndome yo también. – ¿Y a ti qué tal te ha ido?
–Muy bien, cada día mejor. Las niñas no se cansan en ningún momento y están llenas de energía. Espero que cuando hagan la representación en el colegio vayas a verlas.
– ¿Bailarás tú con ellas?
–Tal vez, pero aún no lo sé. Los padres quieren ver a sus hijas, no a la profesora.
–Bueno, si voy yo querré verte bailar a ti.
Camila sonrió tímidamente, guardando el vaso en su repisa y dejando el trapo sobre la encimera.
– ¿Así que quieres verme bailar?
–Claro. Hace mucho tiempo que no lo hacemos –se me detuvo el corazón al darme cuenta de la idiotez que acababa de decir. –Q-Quiero decir que hace tiempo que tú no bailas y que yo no te miro –intenté arreglarlo sin que elL se diera cuenta de lo nerviosa que acababa de ponerme, pero fue inútil. Habían comenzado a arderme las mejillas y Camila había vuelto a reírse entre dientes.
–Tienes razón. ¿Quieres que… lo hagamos ahora?
Parpadeé seguidamente, nerviosa, por lo que simplemente pude asentir lentamente con la cabeza. Camila salió de la cocina seguida por mí, y me pidió que la esperara en el salón. No tardó más de dos minutos en regresar vestida con sus pantalones negros de deporte, una camiseta blanca sin mangas y con su cabello recogido en una coleta. En su mano llevaba un cd donde supuse que guardaba su música de baile, y así fue. Cuando lo puso en el reproductor comenzó a sonar una canción lenta y sin letra que no reconocí. Mis ojos se dirigieron implacablemente hacia Camila, que había apartado un poco el sofá y se había colocado en el centro del salón. Había cerrado los ojos, y al cabo de unos segundos en los que permaneció inmóvil, comenzó a moverse. Alzó los brazos lentamente y empezó a bailar como solía hacerlo antes, ajena a todo lo que la rodeaba. Fue entonces cuando supe que se había olvidado de mí y de dónde estaba, pero no me importó. Me encantaba verla moverse de ese modo tan liberador, pues aquélla era su forma de declararse libre ante todos, y yo me sentía feliz porque sabía que así se sentía ella. Dio una vuelta sin abrir los ojos, y después alzó de nuevo los brazos al cielo para luego soltarse el cabello, que se desparramó alrededor de sus hombros como un halo.
Tragué saliva cuando un nudo de tristeza se instaló en mi garganta sin motivo aparente. Pero sí que lo había, y yo era plenamente consciente de el. Se debía a que yo jamás podría acompañarla en ninguno de sus bailes, jamás podría guiarla y jamás podría dejarme llevar por ella. Ése honor le sería entregado a otra persona que la mereciera más que yo, alguien que pudiera hacerla feliz de verdad.
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So she dance (Adaptacion Camren)
RandomPorque verla bailar era su salvación. Lauren Jauregui, quien sufrió un accidente y desde entonces esta postrada en silla de ruedas. Camila Cabello, su vecina quien baila todas las tardes y hace que la vida de Lauren tenga algún sentido... Dos person...