A la mañana siguiente, Hermione, Noa y Maddie se sentaron en la Sala Común de Gryffindor para esperar a Harry y Ron e ir a desayunar.
—¿Qué les ocurre? —les preguntó Hermione, cuando los chicos llegaron en la sala común antes de que bajaran todos a desayunar—. Están completamente...¡Vaya!
Se había quedado mirando el tablón de anuncios de la sala común, donde habían colgado un gran letrero.¡GALONES DE GALEONES! ¿Tus gastos superan tus ingresos? ¿Te gustaría ganar un poco de oro? Si te interesa un empleo sencillo, a tiempo parcial y prácticamente indoloro, ponte en contacto con Fred y George Weasley, sala común de Gryffindor. (Lamentamos decir que los aspirantestendrán que asumir los riesgos del empleo.)
—Se han pasado —comentó Hermione con gravedad, y descolgó el letrero que Fred y George habían clavado encima de un póster que anunciaba la fecha de la primera excursión a Hogsmeade, que sería en octubre—. Vamos a tener que hablar con ellos, Ron.
Ron se mostró muy alarmado.
—¿Por qué?
—¡Porque somos prefectos! —exclamó Hermione mientras trepaban por el agujero del retrato—. ¡Es tarea nuestra impedir este tipo de cosas!
Ron no dijo nada, pero, por la apesadumbrada expresión de su amigo, Maddie comprendió que la perspectiva de evitar que Fred y George hicieran lo que les gustaba no lo ilusionaba. Noa, por su parte, se alejó de ellos para leer el letrero más de cerca.
—¿Qué te pasa, Harry? —continuó Hermione mientras bajaban un tramo de escalera cuya pared estaba cubierta de retratos de viejos magos y brujas que no les hicieron ni caso, pues se hallaban enfrascados en sus propias conversaciones—. Te veo de muy mal humor.
—Seamus cree que Harry miente acerca de Quien-tú-sabes —contestó brevemente Ron al comprobar que Harry no respondía.
La chica suspiró, lo cual sorprendió al muchacho, que esperaba que su amiga manifestara indignación.
—Ya, Lavender también lo cree —comentó Hermione con tristeza.
—Seguro que has tenido una interesante charla con ella sobre si soy o no soy un mentiroso y un presumido que sólo busca llamar la atención, ¿no? —dijo Harry en voz alta.
—No —repuso Hermione con calma—. La verdad es que le he dicho que cierre su sucia boca y que no hable mal de ti.
—Y haz el favor de dejar de lanzarte a nuestro cuello a cada momento, Harry —soltó Maddie de una vez—, porque, por si no lo sabías, Hermione, Noa, Ron y yo estamos de tu parte.
Hubo una breve pausa.
—Es cierto —dijo Hermione—. Te apoyamos en todo.
—Lo siento, Hermione —se disculpó Harry en voz baja, ignorando a Maddie—, tienes razón.
—Así me gusta —dijo Hermione con dignidad. Luego hizo un gesto negativo con la cabeza y añadió—: ¿No se acuerdan de lo que dijo Dumbledore en el banquete de final de curso del año pasado? —Maddie, Harry y Ron la miraron sin comprender, y la chica volvió a suspirar—. Sí, habló sobre Quien-ustedes-saben. Dijo que su «fuerza para extender la discordia y la enemistad entre nosotros es muy grande. Sólo podemos luchar contra ella presentando unos lazos de amistad y mutua confianza igualmente fuertes».
—Se podría destacar la sinceridad también en esas bonitas palabras, Hermione —dijo Maddie con una sonrisa cínica—, lamentablemente algunas personas no saben apreciarla.
Evidentemente, Maddie había arrojado al aire una indirecta para alguien en particular.
Noa regresó y dijo:—Miren, hay otro letrero.
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Pequeñas Black y la Orden del Fénix (Libro V) (Harry Potter)
FanficMaddie debe atravesar una difícil etapa de superación, en la cual, junto con Noa, deberán vivir nuevas aventuras y descubrir más acerca de su familia, sus amigos y ellas mismas. ¿Qué esperas para acompañarlas?