Aquella noche, todo se fue al diablo. El frente de magos azules, que venía resistiendo, cayó frente al invasor. Los remolinos de energía se llevaron todo, hasta llegar a nuestra base de operaciones.
Entonces, justo cuando nuestro destino estaba por sellarse, una voz sonó desde el cielo. Era fuerte como el trueno y hermosa como decían las leyendas.
«¡A dormir! Ya son las diez y mañana hay que ir al colegio».
Luego, el silencio. Habíamos sido salvados.
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El fantasma en mi tintero - Pequeñas historias
ParanormalPequeñas historias para alimentar al engendro que todavía vive en las profundidades de mi helade... de mi tintero. Microcuentos, la mayoría. Otros son puros relatos escabrosos y ganas de experimentar temas distintos. Se pueden encontrar también en m...