10 P.M.

56 11 2
                                    

Aquella noche, todo se fue al diablo. El frente de magos azules, que venía resistiendo, cayó frente al invasor. Los remolinos de energía se llevaron todo, hasta llegar a nuestra base de operaciones.

Entonces, justo cuando nuestro destino estaba por sellarse, una voz sonó desde el cielo. Era fuerte como el trueno y hermosa como decían las leyendas.

«¡A dormir! Ya son las diez y mañana hay que ir al colegio».

Luego, el silencio. Habíamos sido salvados.


El fantasma en mi tintero - Pequeñas historiasDonde viven las historias. Descúbrelo ahora