Ocho.

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Toda acción tiene reacción, todo lo que pasa en la vida pasa por algo, todo tiene un propósito, o eso dicen. Tal vez él debía desaprobar aquel examen de Cirugía Pediátrica para tener buenas oportunidades en otros aspectos de su vida, no solo en lo académico. Tal vez Yuri Katsuki tenía que sacarse mala nota para poder hablar al fin con el chico de ojos lindos que viajaba con él, para poder ser ayudado por ese chico, para ir a su casa, hacerse amigos y finalmente recibir un beso en la boca de aquellos labios.


Todo eso pensaba el japones de ojos chocolates mientras viajaba en el autobús. Esta vez no se había encontrado con Victor en el transporte, pues era día de descanso para el ruso y no iba a trabajar. Yuri estaba algo nervioso, bueno muy nervioso de hecho. Pero en vez de estar repasando en su mente lo estudiado, pensaba en ese beso; los labios del ruso contra los suyos, el roce de la mano grande, blanca y suave de Nikiforov en su propia mano y mejilla, la lengua juguetona del peliplata queriendo jugar con la propia. 


—Concéntrate Yuri.— Se retó a sí mismo por estar divagando. Salió de sus propios pensamientos justo a tiempo, porque ya estaba cerca de su parada en la universidad.


Miró el reloj de su celular, había llegado a la universidad media hora antes del examen. De igual forma se encaminó hacia el aula donde se llevaría a cabo el recuperatorio. Antes de llegar al salón correspondiente su celular sonó y sonrió como idiota al ver de quien era el mensaje.


"Buena suerte Yuri, espero que la última clase te haya llenado de energía positiva" Se leía en el Whatsapp que Victor le había mandado junto con un emoticon de guiño. Se dispuso a responder con un simple "gracias", y ni bien mando la respuesta una voz le hizo levantar la vista. 


—Yuri ¡Cuéntamelo todo!— Exigía un tailandes con rostro entusiasmado sentado en el suelo, justo frente al aula donde el japones daría el examen.


—Phichit-kun ¿Qué haces aquí?— El azabache preguntó, dado que su amigo no tenía ya que asistir a clases. Tomó asiento a su lado descartando la idea de darle una última leída a sus apuntes.


—Ayer te besuqueaste con el cirujano mas guapo del mundo y me preguntas qué hago aquí... ¡Quiero saber mas!— Yuri no supo si era real o sus nervios lo hacían imaginar cosas, pero los ojos del moreno a su lado parecían brillar de la emoción. 


El azabache se sonrojó al instante. Pues sí, le había contado a su amigo apenas salió de casa de Victor pero muy por arriba. Sabía también que el rey de las selfies iba a querer todos los detalles de asunto, ya que se había auto-proclamado fans numero uno del "victuri". Así le había puesto de nombre el tailandes a la pareja del estudiante y el cirujano.


—Ya te dije lo que debías saber; me insinúo que le gusto, nos besamos, confesó que quiere llevarme a su cama, y le dije que me invite a una cita.— Contó, aunque las dos últimas cosas las murmuro con una sonrisa bailando en sus labios.


—¡¿Qué?! ¿Te dijo así como así que quiere tener sexo?— Con las dos manos en el rostro casi salta de lo sorprendido Chulanont. 


—Sshh, no grites. Si lo dijo, bueno no directo es que yo estaba jugando con él, con su nerviosismo y me dijo que si quiere tener sexo algún día.— Casi se le escapa una carcajada al japones.

El chico del bus.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora