—Ahora que comenzaron tus clases cada vez te veo menos.— Se queja el moreno de rasgos fuertes, voz neutra y rostro inmutable. Él estaba montado en su motocicleta mientras hablaba. —Ademas, Phichit sube a su instagram fotos contigo, es muy confianzudo.—
—Otabek ¿Estás celoso?— Preguntó el rubio de ojos verdes al bajar de la moto de su novio. Estaba incrédulo, pues su pareja jamas le había hecho ese tipo de planteos ni demostrado celos. —Esos chicos ni siquiera son mis amigos, solo me ayudan a estudiar. Además tu los conoces, sabes que me tratan como un chiquillo por ser de primer año... Ni debería darte explicaciones, es tu problema si estás celoso.—
Yuri Plisetsky, mas conocido como Yurio, estaba enojado por las palabras dichas por su novio. Pues el rubio tenía un carácter algo explosivo y no soportaría que alguien, ni siquiera el moreno, se metiera entre él y sus estudios. Le devolvió el casco color negro a Otabek, golpeando a éste con dicho objeto en el pecho.—Lo siento, es que... Olvídalo tal vez sí esté algo celoso.— Se excusó Otabek aunque en realidad temía que ahora que su novio y amigo se rodeaba de universitarios, se diera cuenta que perdía el tiempo con un simple DJ sin ningún titulo. —¿Paso por ti luego o no?—
—Claro que si.— Respondió el rubio antes de girar hacia la puerta de la universidad sin siquiera dar un beso a su novio. Pero anotando en su mente que luego tendría una charla con él. Al dirigirse al recinto vio que se acercaban de quienes estaban hablando.
—¡Ey, Yurio!— Gritó el tailandes al tiempo que él y Yuri llegaban con el rubio. —¿Todo en orden?— Se saludaron y juntos entraron a la universidad.
—Otabek no nos saludo ¿Le pasa algo?— Dijo el japones caminando con las manos en los bolsillos.
—No sé, está raro. Y tu ¿Sigues con ese viejo?— Comentó Yurio haciendo referencia a Victor. Pues era costumbre del rubio poner apodos a las personas. El color rojo se apoderó de las mejillas del japones, respondiendo un simple "si" mientras miraba al suelo. Se sentía extraño al saber que la mayoría de sus conocidos estaban enterados de su peculiar relación con el cirujano. Pues en la universidad, si había algo que se esparcía rápido era el chisme. Mas aun cuando de relaciones se trataba.
Los estudiantes se separaron luego de cruzar el hall central, pues cada uno debía ir a una clase diferente. Incluso Yuri y Phichit que estudiaban las mismas carreras, esta vez tomaron materias distintas. Ni siquiera las practicas iban a compartir, pues por sorteo les había tocado en lugares diferentes. Ya llevaban algunas semanas de clases y los espacio entre cursada y cursada eran algo escasos, por esa razón ni bien tenían ratos libres se la pasaban en la cafetería de la universidad.
(...)
Llevaba solo cuatro horas desde el inicio de su guardia y ya ansiaba llegar a casa. Por suerte ahora le tocaba hacer guardia de veinte horas solo una vez a la semana, mientras que los demás días solo eran ocho horas. Salvo claro, que se adelante por urgencia alguna operación de quien él sea el cirujano elegido. En las guardias largas siempre extrañaba a Makachin; pues su mascota que quedaba sola en la casa, extrañaba su sillón y su café de grano colombiano. Aunque mas extrañaba los ratos con Yuri, pues el japones se convirtió en una cálida compañía con quien llenaba sus largos momentos de soledad.
A falta de granos de café colombiano, se encontraba bebiendo un insulso café de la maquina que se encontraba en el cuarto de descanso de médicos. Estaba por mandar un mensaje cuando escuchó que lo llamaban.
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El chico del bus.
FanfictionLa rutina puede ser aburrida, agotadora, a veces triste. Pero se vuelve interesante si en un viaje rutinario encuentras al posible amor de tu vida. •Primer fanfic publicado •Los personajes no me perteneces, como tampoco los dibujos de la portada.