CAP 1: La Petición.

685 28 3
                                    

Lady Bug y Chat Noir luchaban con fervor contra uno de sus enemigos habituales, influenciado por un akuma. Una vez terminaron, Lady Bug se disponía a irse, cuando Chat Noir la tomo sorpresivamente por el brazo.

- Mi Lady, espera… - Lo poco que el antifaz de su rostro dejaba ver se estaba tornando rojizo. – Quisiera tener una cita contigo… Co-conocerte más.

- Ay gatito, sabes que eso es riesgoso, ni siquiera nosotros debemos saber nuestras identidades.

- No lo sabremos, tengamos una cita como Lady Bug y Chat Noir. – Dice el gato, mientras mira hacia el suelo en un gesto de timidez que Lady Bug no había visto nunca.

- No podemos usar nuestros Kwami para beneficio propio.

- ¡Un disfraz! – Dice el chico, decidido a no recibir una negativa. – Acordemos un punto de encuentro, y nos cubriremos el rostro con un antifaz… Por favor, dame una oportunidad, mi Lady, y si en definitiva no soy de tu agrado, no te molestaré más.

- ¿Lo prometes? – Pregunta la catarina.

- Sí, lo prometo.

La heroína asiente y se retira antes de que el tiempo de su transformación expire; una vez llega a su casa, coloca su bolsa sobre el escrito y se cambia la ropa por algo más cómodo, una camisilla rosa de tirantes y unos shorts blancos de tela jean.

- Así que accediste a su encanto – sale Tikki de la bolsa – exactamente ¿Qué quieres lograr con esto?

- Bueno, él dijo que si no me agradaba – La azabache comienza a acomodar sus diseños en una carpeta – no molestaría más.

Tikki se pone una manita en la frente y solo piensa “Esta niña”. En la mansión Agreste, el joven rubio está recostado en su cama, con una enorme sonrisa dibujada en su rostro y abrazando su almohada, mientras repetía para sí “El jueves, a las tres, el jueves a las tres” y rodaba de un lado a otro de la cama, hasta que un apestoso olor invadió el aire.

- Te vez muy feliz ¿No crees? – dice Plaga, el Kwami de Adrien.

- ¿Feliz? Ese concepto se queda corto ante lo que siento. – El chico se sienta en el bordo de la cama. – Debo contarle a mi amiga.

- Aún no entiendo por qué se te hace tan difícil hablarle siendo tú.

- No me juzgues, ella no parece interesada en hablarme, cada que me acerco a ella, evade mi mirada y sale corriendo. – Mira a su Kwami disfrutar de su apestoso queso - ¿Estás listo? – El pequeño felino asiente, mientras termina de engullir el camembert – ¡Plaga, las garras!

Marinette se encontraba en su escritorio, haciendo un diseño que le habían encargado, cuando escucha un sonido proveniente de su balcón. Se levanta de la silla y sale para ver que es, pero al no hallar nada, decide entrar y recostarse un momento antes de seguir con su trabajo.

- ¡Vaya chica más  floja! – Exclama el felino, que, sin que Marinette se enterara, había entrado en la habitación, estaba de pie junto al ventanal del balcón.

- Aahh – Grita la chica del susto - ¿Quién te dejó entrar? gatito malo.

BAJO EL ANTIFAZDonde viven las historias. Descúbrelo ahora