Capitulo 6

4.2K 210 23
                                    

Camila despertó por un poco de agua. Miró el reloj y eran las 3:00 am. Trató de no pensar en todas las leyendas que había sobre despertar a esa hora. Caminó hacia la cocina y sirvió un vaso de agua. Se paró en la barra y tenía una vista perfecta de Lauren recostada en su sillón. Estaba despierta. Podía notarlo por la luz del celular que daba contra su cara, no se había percatado de que la latina estaba ahí. Camila comenzó a caminar sin hacer ruido y saltó el sillón para caer sobre las caderas de Lauren a horcajadas,
pero ni se inmutó y sólo despegó la vista del celular por un segundo, luego siguió ignorándola. Intentó zafarse pero Camila apretó las piernas sobre las de Lauren para que no pudiera irse.

–¿A donde crees que vas?– había un tono desafiante en su voz.

–¿Estoy teniendo un deja vu o eso te lo dije yo a ti ayer en la madrugada?– Camila se encogió de hombros y a Lauren le sorprendía  lo inocente que podía parecer.– bien haz lo que quieras.– volvió a ignorarla. Seguía texteando.

Nadie podía ser suficientemente fuerte como para resistirse a Camila Cabello. Tuvo una idea y la llevó a cabo.

–Mírame Lauren, soy una cowgirl.– dijo la castaña, moviendo su cadera sobre la de la ojiverde de forma parecida a cómo lo hacía en los rodeos. Después daba pequeños saltos y Lauren estaba intentando con todas sus fuerzas no seguirle el ritmo. Cuando Camila se inclinó a su cuello a besuquearla supo que no podría resistir mas. Dejó el teléfono en la mesita. La latina sonrió contra su cuello, había logrado que dejara un segundo su celular. Vio una de sus tantas tejanas en la mesa de centro y se estiró para alcanzarla. Se la puso y la detuvo ahí con una de sus manos. La otra la puso en la cadera de lauren y volvió a moverse en círculos, pero esta vez con más fuerza. Escuchó un suspiro por parte de la ojiverde. Extrañaba besarla. Se inclinó para unir sus labios pero Lauren se apartó.

–Ven a dormir conmigo, ¿shi?– su labio inferior sobresalió en un mohín. Lauren llevó su dedo pulgar hasta ahí y se deshizo de ese gesto tierno.

–No hagas eso, es demasiado adorable.– Camila rió y volvió a hacerlo. Lauren bufó de inmediato. Las luces estaban apagadas, pero había un poco de luz de Luna que se colaba por las ventanas de la sala, al verla así. Tan delicada, tan pequeña y bajo esa luz azul, Lauren supo que sería fácil caer profundo por esa chica. Que no iba a costarle nada enamorarse de ella porque era un ángel que se había caído del cielo. Suspiró y quitó a Camila de encima suyo aplicando toda la fuerza que tenía.
Se puso de pie tomando la manta de ositos y la almohada. Caminó y al ver que la latina no la seguía, se detuvo y la vio directo a los ojos.

–Andando.– Camila sonrió y corrió. Se subió en la espalda de Lauren.

–Eres El Caballito de esta cowgirl.– dijo sonriendo y Lauren se carcajeó. Llegaron al cuarto y con un salto lanzó a la morena a la cama. Se deshizo de la manta y la almohada dejándolas por ahí y se acomodó junto a Camila, dentro de las mantas. Como si de un iman se tratase, el cuerpo de la ojiverde sintió el de la castaña pegarse al suyo con rapidez, recostó la cabeza en su pecho y comenzó a dar suaves caricias al abdomen de Lauren. Quien llevó su mano a la cabeza de Camila, le hizo piojito un buen rato. No supieron por cuánto tiempo estuvieron así, pero se quedaron dormidas.

–Lauren. Laur... Laur despierta.– la voz de Camila salía en susurros cerca del oído de la aludida. Quien solo se removió un poco con molestia. Pero seguía en un profundo sueño.– Lauren son las 12, debes despertar ya.

Un quejido y después una patada, Camila había ido a dar hasta el otro lado de la cama. Intentó enojarse pero solo una carcajada pudo salir de su garganta. Lauren era una malhumorada cuando estaba dormida. Tomó las mantas y comenzó a jalarlas para destaparla. Si bien Texas era un lugar condenadamente cálido, las lluvias estaban haciendo que se conviertiera en un lugar bastante helado durante las noches y las mañanas. El aire fresco de inmediato dio contra el cuerpo de la empresaria quien sin abrir los ojos intentó encontrar las mantas con las manos. No lo haría, pues estaban en manos de Camila. Quien la veía con una sonrisa malvada. Esperando a que despertara.

Cowgirl.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora