Capitulo 2

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Narra Lauren

El sábado había comenzado bastante bien, estaba muy emocionada por qué fuesen las 5 y así poder volver a ver a Camila. Hasta que Lucy me arruinó la existencia.

–¿Una cena?– mi buen humor decaía conforme seguía escuchando hablar a mi novia.

–Si Laur, con Zayn y su prometida. Son nuestros amigos y ellos quieren un poco de promoción, Zayn recién lanzó su disco y verlo cenando con alguien tan importante como tú le ayudaría bastante–murmuró recostada en mi abdomen, acariciandolo levemente con las yemas de los dedos.

–No Lucy, no son mis amigos. Son los tuyos. Y ya te dije que yo ya hice planes para hoy.

–¿Irás a ese estupido rodeó con Dinah otra vez? Ni siquiera te gustan esas cosas Lauren.– era irónico que Lucy hablara sobre las cosas que me gustaban o no. Ni siquiera me conocía lo suficiente.

–Lu, no quiero discutir. ¿Si? Pospón la cita. Te prometo que iré después. Pero hoy no.– elevó su vista y chocó con la mía. Tenía unos ojos bonitos, pero estaba usándolos para fulminarme justo ahora.

–Nunca puedo pedirte un favor, Michelle– siempre que se enojaba me llamaba por mi segundo nombre, era tan igual a mi madre que no me sorprendía lo bien que se llevaban. Suspiré.

–Lucy es solo una estupida cena, podemos tenerla mañana y ya.– se levantó ofendida de mi regazo.

–Tranquila, ya no quiero nada.

–No trates de chantajearme.– la tomé de las muñecas y la jalé hacia mi. Me miró.
Me hice hacia atrás y la acomodé en mi regazo. Pasé mis manos por sus caderas y ella suspiró. La besé despacio. Introduje mi lengua en su boca y comenzó a juguetear con ella. Iba a convencerla si o si. La oí gemir un poco dentro de mi boca y apreté su trasero. Se sentía bien.
Sus caderas se movían de arriba hacia abajo encima de las mías. No estaba mal, pero me hacia falta una sensación de pasión que hace mucho no sentía.

–De...detente..– murmuró separándose de mí.–no vas a convencerme tan fácil, Jauregui.

–¿Qué tan segura estás de eso?– dije seductoramente. Sexo a cambio de permiso. Era un trato justo.

Luego de un rato. Podía asegurar que le había dado al menos 5 orgasmos y veía lo exhausta que estaba. ¿Cuantos obtuve yo? Ninguno. Mire el reloj que estaba en la pared del cuarto. 3 en punto. Aún tenía tiempo de bañarme. La respiración agitada de Lucy me indicaba que estaba a punto de venirse por sexta vez. Cuando lo hizo, saque mi mano de su intimidad y besé su frente.

–Iré a bañarme.– asintió con los ojos cerrados.

–Si...Si...Si no estuviese tan cansada– suspiró.–no irías a ese estupido lugar.

Solté una risa y me dirigí al closet . Saqué un pantalón negro rasgado, una camisa a cuadros roja con azul y ropa interior. Corrí al baño.

Luego de una hora me sentía lista. Entré de nuevo a la habitación y Lucy seguía en la posición en que la dejé. La cubrí un poco con las cobijas.
Y besé su frente. Quería quererla tanto como lo hacía antes, pero no podía y ni siquiera sabia porque.

–¿Ya te vas?–murmuró.

–Si, mi amor.– sentía mi garganta quemar cada vez que le decía así. ¿Realmente era mi amor? No había tiempo para sentimentalismos.–Nos vemos más tarde.

Uni nuestros labios y salí disparada en mi auto hacia la casa de Dinah. La llamé.

–Preciosa.– rodé los ojos.– ¿en realidad quieres darle una buena impresión a Camila, no?

Cowgirl.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora