Heridas (Tododeku)

Intenciones

Todo se volvió un caos cuando la muerte del símbolo de la paz All Might, dió su último respiró en batalla. Toda la nación quedó impactada y afectada por la muerte de esta gran figura. Los más jóvenes, los niños que tenían en sus planes seguir los pasos de este aclamado héroe fueron los más afectados. En especial uno, que ya no era un niño.

Izuku Midoriya, el actual portador del One for All, luego del incidente, pasó mes y medio internado en un hospital, bajo supervision estricta, por su condición tanto física como emocional, la encargada de su recuperación es Recovery girl, a pesar de contar con el Quirk para curar sus heridas con eficacia, lo que más le preocupaba, era el estado psicológico del chico. Poco comía, poco hablaba, sólo contestaba preguntas simples, su estado parecía no mejorar, bajo sus ojos esmeraldas, horribles ojeras adornaban su penoso rostro. Lucía pálido, como si sufriera de anemia.

No recibía visitas, sólo dejaba que su madre pasara a verlo, intentando inútilmente calmarla al verla tan nerviosa por su estado. A pesar de estar en tan deplorables condiciones, se sentía mal por preocupar a la mujer que lo trajo al mundo, pero, al pensar en sus compañeros, no quería que ni sus mejores amigos fueran a verlo. La muerte de su ídolo era lo que más lo afectaba, no era suficiente el saber que habían podido detener a la Liga de Villanos, detener de una vez por todas al portador del All for One, ser proclamado el héroe de todo lo ocurrido, lo que más le avergonzaba, lo que más se recriminara, era no haber podido rescatar a su mentor, a All Might, esa era la razón por la cual había pasado más tiempo del previsto en el hospital, por su creciente depresión.

Su característica sonrisa había desaparecido.

Todo comenzó a cambiar, después de un mes de su estadía en el hospital.

Un día, al pasar ese lapso de tiempo, ese tedioso mes, recibió una visita mientras dormía. Shoto Todoroki, había logrado, después de pasar ese largo tiempo en el hospital, poder ver al pequeño pecoso, había preguntado miles de veces por su estado, pero nadie le decía nada, solo Recovery girl le había proporcionado algo de información que, en lugar de calmarlo, sólo ocasionó que su preocupación se elevara hasta el cielo.

Con un brazo vendado y una venda puesta en su cabeza, pudo colarse en su habitación, luego de que una de las enfermeras que cuidaba de Izuku, le permitiera pasar y quedarse, diez minutos mientras volvía a hacer su ronda.

Toma asiento en la orilla de la camilla y observa el rostro del peliverde. Ver esas ojeras que arruinaban su expresión angelical al dormir, lo molestaba, se recriminaba el no poder estar a su lado luego de que los separaran para atender sus heridas luego de la batalla, fue lo que más lo destrozó. Nota que el pequeño se remueve, incómodo, unas lágrimas se deslizan por sus mejillas a pesar de estar dormido, el bicolor se asustó, ¿Acaso tenía una pesadilla?, o, ¿Los recuerdos de ese día eran los que lo afectaban?, lleva su mano a su mejilla y la acaricia, con cariño.

- Midoriya- lo llama con su voz neutra, verlo en ese estado, le oprimía el corazón. Lo lastimaba, pero, sin importar que tanto le doliera, nadie se daba cuenta de lo que realmente sentía, a excepción de su hermana mayor Fuyumi y... Su madre.

- All Might- susurra con un tono lleno de dolor, lo que logró mover algo en su interior- Lo siento...

Se acerca para besarle la frente, pero al intentar acercarse, el pequeño reacciona de manera brusca.

- ¡Aléjate de mí!- grita asustado para golpear con sus manos el cuerpo del semialbino. Todoroki reacciona e intenta calmarlo, mientras este sigue gritando, como último recurso, al no querer llamar la atención y tener problemas, se abalanza sobre él, a pesar de los golpes, lo abraza con fuerza, escondiendo su rostro en su pecho, hablándole al oído para lograr calmarlo.