Gatos cascarabias

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- ¡¿SHOUTO?!, ¡¡NO PUEDES TRABAJAR ASÍ!!

- ¿Por qué no?- responde altanero, estaba enojado, demasiado y la mayor parte de su enojo no se debía a su padre, se debía a su condición.

Esa mañana se despertó temprano, descubriendo el lugar donde pasó la mayor parte de la noche, sobre Izuku el cual lo rodeaba con sus brazos. Inspecciona su cuerpo, con la esperanza de haber vuelto a la nomalidad, pero se llevó una gran decepción.

Al ser tan temprano, no quería despertar a su madre para darse un baño, así que tomó una venda e hizo lo mejor que pudo para iniciar su día. Si despertar esa mañana con el cuerpo de una chica había disminuido sus esperanzas, su estado normalmente tranquilo es perturbado en el momento de tener que quitarse el sostén, estuvo peleando con la prenda alrededor de diez minutos hasta que por fin pudo quitársela. Al estar de malhumor, no le importó demasiado tener cuidado consigo mismo, llevó a cabo su aseo personal lo mejor que pudo, su tormento fue al momento de llegar a los pechos, pero intentó asearlos lo mejor posible, su momento de paz, fue cuando entró a la bañera.

Unos minutos después, es sorprendido por su novio quien entró en el lugar percatandose de su presencia demasiado tarde, él estaba desnudo y Shouto también, al verlo vendado, traga grueso.

- Shochan- le llama, este al escuchar la voz de su pareja, aprovechando que el agua lo ocultaba, quita la venda de sus ojos para verlo- N-no sabía q-que estabas a-aquí...

- Lo siento, quería aprovechar algo de la privacidad para poder bañarme sin molestar a nadie.

- C-creo que esperaré afuera- tartamudea para darse media vuelta y salir del baño, con el rostro completamente rojo.

El semialbino aprovechó ese momento para apreciar la espalda de su novio, sin poder evitar mirar las cicatrices que la acompañaban. Niega con la cabeza, si seguía así, terminaría sobre Izuku y la situación se volvería bochornosa para ambos. Cuando la venda cubría de nuevo sus ojos, sale de la bañera, se seca lo mejor que puede todo el cuerpo y se cubre, saliendo del baño quitándose de nuevo la venda.

- Ya puedes entrar Izuku- le avisa al peliverde el cual, al escucharlo, asiente y camina hacia el cuarto de baño.

La segunda pesadilla de esa mañana fue tener que ponerse de nuevo la prenda horrible llamada sostén, al no poder ver se le dificultaba ponérselo de manera adecuada, así que terminó casi quemandolo con su quirk y poniéndose una camisa algo suelta de las suyas, debió acudir a su último recurso -es decir, su madre- para poder ponerse el sostén y terminar de vestirse con su traje de héroe, aunque claro, todo eso ocurrió después del desayuno, se sintió libre por un buen rato hasta tener que sentirse asfixiado e incómodo.

Estaba dispuesto a seguir haciendo su trabajo, quería distraerse, dejar de pensar en su espantosa situación y seguir con su rutina diaria, pero todo se derrumbó al escuchar una simple frase del pecoso.

- ¿Ya le dijiste a Endeavor-san que no podrás trabajar?

Ese día, el universo conspiraba para que Shouto Todoroki, se enojara completamente después de tanto tiempo. Al no querer discutir con su pareja, se despidió de su madre -luego de que le ayudara a peinarse- y salió con rumbo a las oficinas de su odioso padre, lugar, donde su enojo sólo ayudaba a que se elevara aún más.

- ¡¿Cómo piensas hacer algo con ese cuerpo de mujer?!- exclama furioso- ¡¿Es qué acaso no tienes cuidado?!, ¡Pudo haber sido un quirk peor!

- Hubiera sido una buena idea- responde molesto, se recrima ya que, al tener la voz tan aguda, la molestia no se transmitía en su voz como lo deseaba, sino que su rostro lo demostraba- ¡Que tenga este cuerpo de mujer no significa que no pueda hacer mi trabajo!

Heridas (Tododeku) Donde viven las historias. Descúbrelo ahora