Heridas (Tododeku)

Primera noche

Izuku mira con reproche a su novio.

Luego de que terminaran de hacer sus deberes, decidieron ver algo de televisión para pasar el tiempo. Lo que no se esperaba, era que al querer acomodarse mejor, junto a Todoroki, este se alejara con la excusa de irse al baño. No le pareció raro, desde que habían llegado, no lo vió entrar en ningún momento, lo que le estaba preocupando más que molestarlo, era que pasaran como veinte minutos y no apareciera.

Dió vueltas en la cama, inquieto, ni siquiera le estaba prestando la atención necesaria al programa que le gustaba, al verlo entrar se incorpora y le sonríe levemente, su sonrisa se desvanece, cuando lo ve tomar su mochila, ¿Pensaba irse?, ¡Creía que se quedaría a cenar!

Le mira frunciendo el ceño.

- ¿Qué sucede?- le pregunta confundido- ¿No quieres que me vaya?

Niega con la cabeza, a pesar de decir que no, algo seguía molestandolo, le estaba ocultando algo, el reproche en su mirar era notorio.

- ¿Es por qué no te besé cuando lo insinue?- se sorprende al escucharlo decir eso, el color rojo en su rostro aumenta, no sabe si asentir o negarse. Decide negar, ¡Eso no era tan importante en el momento!- ¿Qué te molesta?

Inclina un poco la cabeza cuando ve como es señalado por el pecoso.

- ¿Yo te molesto?- lo ve asentir- Esta bien, si te molesto, me iré- de una media vuelta para salir de la habitación.

Izuku abre los ojos, al igual que su boca, ¿Lo decía en serio?, se cruza de brazos indignado, no iría detrás de él, no después de irse sin despedirse.

- "¡Todoroki-kun idiota!"- lo insulta en sus adentros, en ese preciso momento, hubiese querido gritarle para que supiera lo que pensaba, desafortunadamente, quería descansar la voz para mañana y al parecer, ¡Iría solo!

Su novio no mencionó nada en ningún momento antes de irse, ¡No le dijo si pasaría por él! o ¡Si se verían en el cementerio!, aunque, honestamente, ni él mismo sabía donde lo enterraron. Hace un puchero silencioso, ¡¿Qué diablos iba a hacer?!

Pasa un buen tiempo mirando a la puerta, con la esperanza de que el cabello bicolor de Shouto se asomara para acercarse a él y golpearlo, se lo tenía bien merecido. Al final se resigna después de diez minutos en la misma posición, lo mejor era bajar a la planta baja, para buscar a su madre y ayudarla en lo que pudiera.

Camina por la sala, sin darse cuenta, que la mochila que acompañaba a Todoroki al salir, estaba puesta en uno de los sillones, seguía enfadado, así que su mente se encontraba en las nubes. Al entrar en la cocina, se lleva la mayor sorpresa en la vida, su pareja estaba sentando en la mesa, acompañando a su madre. Inko nota la presencia de su hijo y voltea a verlo.

- ¡Izuku!- exclama nerviosa- Tal parece que la sorpresa ha sido arruinada Todoroki-san.

¿Sorpresa?, el ojiesmeralda mira al semipelirrojo, el cual sonreía levemente, su intuición de que le estaba ocultando algo era cierta. Observa como se lleva la taza de té a los labios, ¿No pensaba decirle nada?

- Voy a quedarme Midoriya- siente unos ligeros escalofríos recorrer su cuerpo- No pienso dejarte solo- apoya su rostro en la palma cerrada de su mano- ¿En serio creíste que me iría?, a veces puedes llegar a ser demasiado impaciente.

Todo iba bien hasta que las últimas dos palabras causaran que lo mirara con seriedad, la mujer mayor presente no puede evitar reír levemente, ambos chicos eran un completo caso, pero por el momento, lo mejor era darles de cenar, antes de que se hiciera más tarde. Se levanta de la mesa, para calentarlo todo. El peliverde se acerca a la mesa y toma asiento a un lado del semialbino, mirándolo seriamente. Shouto lleva su mano a su rostro y toma su mejilla derecha para jalarla un poco.