Malentendidos

863 74 36
                                        

Desde de esa noche–madrugada–de reconciliación entre ambos. Se presentó un ambiente más cálido y agradable en el hogar de ambos héroes profesionales, era cuestionable como, en algún punto de inflexión de una persona, los verdaderos sentimientos de ellos terminaban siendo revelados y fluyendo como el agua cristalina de alguna cascada que en algún punto de su trayecto, terminaba uniéndose al mar conformando un cuerpo de agua de un tamaño mayor y por supuesto explorable hasta algunos lugares permitidos para el hombre, todo aquello que quedaba inexplorado era un abismo profundo donde los secretos de la historia podrían pasar desapercibidos y nunca ser descubiertos. En el caso de los sentimientos de una persona es lo contrario en ese pequeño aspecto, después de todo, en algún momento, la verdad siempre iluminará la oscuridad que consuma a cualquier persona, sin importar lo inocente o lo culpable que pueda ser. Esa verdad sólo arrastrará consigo los verdaderos sentimientos de las personas y es por esta razón que el misterio que engloba el cuerpo de agua más grande del mundo no es comparable con el de los humanos, somos demasiado vulnerables para poder ocultar todo lo que nos hace daño en nuestro interior.

La reconciliación entre ambos fue la adecuada, al expresarse y escuchar la opinión del otro sentían que habían dado otro pequeño paso en su relación, permitiendoles pensar que la idea del matrimonio propuesto-pero pospuesto-no era tan lejana como lo imaginaron en algún punto, solo... Había que vivir el día a día con la intención de seguir vivos, protegiéndose entre sí y sin olvidar la fresa del pastel, la cual era, amarse sin restricciones.

El día de la dichosa misión, ambos chicos pasaron el día anterior juntos, pidieron comida a domicilio, la preferida del símbolo de la paz, después de comer se dedicaron a estar abrazados en la cama dándose pequeños mimos y besos. Shouto no quería alejarse del lado de su prometido, simplemente quería mantenerlo entre sus brazos y no dejarlo escapar, pondría resistencia si era necesario, pero sabía que tendría una respuesta opuesta a lo que su corazón deseaba.

- Shochan...- abre los ojos al escuchar el susurro de su voz.

- ¿Qué ocurre?

- Después de esta misión...- podía sentir como su cuerpo se tensaba- ¿Nos casaremos?

- Izuku...- le llama demostrando su sorpresa, era verdad que el tema de su matrimonio había quedado en un tercer plano con todo lo que había sucedido entre ambos.

No podía evitar pensar que antes de la proposición, su vida profesional y sentimental marchaban de la manera adecuada, ambos eran felices, cumplían cada uno de los caprichos de sus agencias como las propias cuando estaban trabajando, las peleas, los desacuerdos... Eran menores, si se presentaban lograban encontrar la manera de arreglarlo, siempre con el pensamiento de querer ver feliz a la otra persona pero... Después de ese viaje, era como si las desgracias decidieran amontonarse en su puerta para irse manifestando una a una, la bomba, la pérdida de memoria, el distanciamiento... En lugar de seguir avanzando hacia el futuro que ambos deseaban, era como si algo los quisiera arrastrar y no permitirles seguir adelante.

- Creo... Creo que deberíamos hacer nuestro matrimonio oficial- dice acercando una de sus manos a aquella que le sostenía por la cintura- No hemos planeado ni hablado nada de ello desde que nos comprometimos.

- ¿Estás seguro de querer hacerlo?- le pregunta dudoso.

- ¿Eh?- pronuncia- Acaso...- se remueve en la cama para alejarse del abrazo, darse la vuelta y encarar al semialbino- ¿Acaso estás dudando Shouto?- al no recibir una respuesta de inmediato entiende la situación- Pero... ¿Por qué estás dudando?, tu me lo pediste y yo acepte, quiero decir... Ambos estábamos de acuerdo en dar ese paso en nuestras vidas, ¿Qué ocurre Shouto?

Se queda unos segundos en silencio, Izuku al denotar la expresión y la mirada en sus ojos, no logra evitar hacer la comparación de aquel Shouto adolescente que había conocido años atrás, la misma expresión de tristeza y sobre todo de dolor.

Heridas (Tododeku) Donde viven las historias. Descúbrelo ahora