Capitulo cuatro

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Tenía muy claro que haber dejado entrar a Jimin era un error, estaba cansado y débil mentalmente asi que era fácil caer ante los encantos del menor. Sus pucheros le dejaban duro en cuestión de segundos y que decir de su mirada, dulce pero atrevida siempre queriendo ocultar sus verdaderas intenciones.

También tenía muy claro que se iba a repetir incontables veces, le gustaba tener a Jimin entre sus brazos a la hora de componer, lo descubrió en el instante en que éste de acomodó en su regazo para descansar mientras seguía en su tarea de componer.

Duerme Conmigo, HyungDonde viven las historias. Descúbrelo ahora