Capitulo 22

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Leonardo

— ¿Adónde vamos Leonardo?—me dijo Ema confundida viendo mi anterior casa.

— ¡Por favor Ema no creerás que aun vivimos allí!—dije con cara de enojo— ¡cuando tu, te largaste mi papá se tiro a la bebida y se volvió un completo idiota, no lo despidieron porque la fábrica donde trabaja es una completa mierda, pero no gana mucho, casi todo se lo gasta en la bebida!—dije algo molesto

—Hijito, se que estas enojado y lo entiendo completamente y si te abandone y me arrepiento todos los días—dijo Ema

—Pues tu arrepentimiento no arreglara las cosas ¿sí?, si este día me he comportado como todo un caballero y te he llamado madre, es por tres razones: primera estaba en shock, segunda por Lindsay, yo la quiero, y si aunque hoy se ha comportado más liberal sigue siendo una dulce chica que es muy buena para perdonar, y no quiero que me regañe por no perdonarte y tercera las White están sufriendo por la pérdida de su padre y no necesito que se preocupen mas.

—Entiendo, Leo, soy tu madre pero te abandone, y no te preocupes yo hablare con Lindsay para que no se enoje contigo.

—Bueno—y en eso llegamos a casa, o el cuchitril donde se supone que habito.

— ¿Esta es la casa?— pregunta Ema.

—Sí, esta es la casa—le digo y salgo del coche con ella detrás.

—Ya era hora que llegaras—me dice papá y se sienta afuera y ve a Ema

— ¿Amorcito, que estás haciendo aquí?—le dice y yo me quedo en shock, ¿Amorcito? ¿Que no se supone que la odia? Veo a Ema y veo que ella le responde.

—Vine a visitarte, que no puedo—de una forma coqueta y yo casi vomito.

— ¿Qué demonios está pasando aquí?—dije molesto, asqueado y confundido

—Mira Leonardito, tu padre me odio por mucho tiempo, pero pues, hablamos y pues lo entendió, de hecho quiere que viva aquí—me dice

— ¿Y ser la familia feliz, mami, ser felices y comer perdices?—digo sarcásticamente.

—Sí, ya sabía que no te iba a gustar—dijo Ema

—Obviamente—le digo

—Bueno, ¿que querías Carlos?—le digo aun enojado.

—De hecho eso, que quería que tu madre se viniera para acá.

—Real, me hiciste alejarme de mi novia para decirme que quieres vivir con ella, muy pues yo me largo y ustedes sean felices. Bye. —les digo pero Ema me jala

—Leo, entiendo que me odias, realmente, lo entiendo, me aleje no tengo buenas razones para que no me odies y si no me llamara madre, pero siquiera quiero ser tu amiga. Por favor—me dice

—Está bien—digo con un cansado suspiro— pero no te diré mamá, y no quiero besos ni arrumacos, ni palabras muy romanticonas, entre ustedes dos, y sobre todo no quiero oírlos teniendo cositas. Okey—digo sabiendo que me arrepentiré.

—Gracias Leo—dice mi disque madre encajando sus uñas sobre mis mejillas.

—Sí, sí, suéltame, vámonos, que nos están esperando—le dijo

—Okey—me dice

— ¿No puedo darle un besito siquiera?—dice mi padre

—Okey—y yo me tapo los ojos como niño chiquito

Supongo que se dan el beso y Ema me dice

— ¡Ya!

—Okey—me destapo los ojos nos subimos al carro y nos vamos.

The Twins WhiteDonde viven las historias. Descúbrelo ahora