Capitulo 23

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Guillermo
Estaba enojado con Luisa, y mucho, me trajo a este hombre que siendo policía, le valí queso, este hombre que no le importe ni un poco, y no es bonito, el mira a mis hijos de una forma paternal y a mí me enfurece y luego me mira.

—Yo sé que no tengo perdón hijo, que quieres que haga, no puedo regresar el tiempo y ser un mejor padre.

—Ni yo puedo perdonarte así como así.

—Papi, ¿quién es este señor?—me pregunta Mateo.

—Soy tu abuelito—dice mi padre, y yo quiero golpearlo.

—En serio, ¿tengo un abuelito?, que bien como mis amigos, entonces ¿me llevaras al parque y me compraras un helado?

—Todos lo que quieras—le dice y una parte de mi se siente culpable pero la otra lo odia.

—Mira padre, haremos un trato, no te perdonare, ni volverás a pedirme eso, pero bueno no les puedo negar a mis hijos tener un abuelo con el cual convivir, no quiero que se pasen todo el día en esta mierda—señalo la casa—así que puedes verlos incluso llevártelos contigo unos días, pero a mí no me hables, entendido, la cagaste conmigo pero no lo hagas con ellos.

—Okey—dice algo triste

Y me voy a la cocina a pensar y él se pone a jugar con los niños.

No sé que voy a hacer, ósea es mi padre, y si yo sé que me largue con la ayuda de una señora llamada Ema, fui con la que creí que sería el amor de mi vida, pero no lo era, era solo una mocosa que nunca me quiso, y me hizo sufrir, fue la decepción mas grande, después supe que mamá murió y no me atreví a ir a casa, para aceptar los regaños de mi padre, así que conseguí un nuevo empleo y mantuve a mis niños y un dio conocí a Luisa y Leo, me cayeron bien desde un inicio, Leo se volvió un gran amigo, el mejor, y Luisa pues es complicado, después de unos días de conocerla, me acosté con ella y la corrí cuando me desperté en la mañana, y si soy un gilipollas, porque no quiero nada serio con ella ni nunca lo querré, Luisa se alejo por tiempo, después supe que era virgen, no fue la única vez que ocurrió, lo hicimos varias veces, no entiendo porque acepto, es nuestro secreto no lo sabe ni Leo.

Me he sentido culpable pues a veces pienso que ella me quiere, me lo ha dado a entender demasiadas veces, aunque ella diga que no es nada, pero la verdad yo no, para mí nunca significo nada, pero temo decirle porque la quiero y mucho como una amiga, es una gran chica, la debería dejar ir, pero tengo miedo, a que se lo diga a Leo, y él es como un hermano para mi, y no quiero que se enoje, le dije a Luisa que no le dijera nada, y ella acepto, delante del, se comporta solo como una amiga, es muy buena actriz, y muy buena en la cama, pero hoy al ver el dolor de su rostro cuando la maldecía por traer a mi padre, me di cuenta del daño que le hago y tengo que arreglarlo ya.

Entro a la sala y veo a mi papá aun jugando.

—Es hora de irse viejo—le dijo

—Okey hijo—se despide los niños y yo abro la puerta.

The Twins WhiteDonde viven las historias. Descúbrelo ahora