Capitulo 24

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Luisa

¡QUE!

—Es la peor broma que he oído Amelia, te volviste loca—le grite

—No es una broma, hija—me dijo triste, triste, ¡ella estaba triste!

— ¡De que hablas!—escupí

—Luisa, tranquila—me dijo Lindsay—mira Mamá tiene que explicarte

— ¿Mamá? Le dices mamá, real, ósea nos abandona por toda la vida y ella regresa campante y tú le abres los brazos y la perdonas—digo

—Luisa, no todo es lo que parece, hay una explicación de porque fue tanto tiempo—dice Lindsay tratando de calmarme.

—Pues no me importa—digo al borde del llanto.

—Lindsay, tu hermana tiene razón, yo me fui y regrese de la nada, no puedo pedirles que me quieran—le dice afectuosa, y yo me pongo rabiosa, la prefiere a ella como no, todos quieren Lindsay la chica buena y santa, la que no se pinto el cabello, la que no saca malas notas, la que pinto su cuarto azul y no negro, todos la quieren Papá, Mamá y incluso me robo a mi mejor amigo.

—Pues será tu madre, pero mía no, mi madre murió, mi madre me llevaba por Paletas, y me peinaba, nos vestía como queríamos y nos trataba igual, no tenia preferitismos—dije

—Hija... digo Luisa, te entiendo no sabes cómo nos parecemos, yo también era como tú. De hecho por eso me fui. Mira escúchame, si después me odias, estará bien.

—Bueno—dije, no porque la perdonara sino porque me pico la duda.

—De pequeña, yo era como ustedes una buena niña pero conforme crecí me trasforme en alguien parecido a Luisa, me rebele, me pinte el cabello naranja, me puse un tatuaje, ese tipo de cosas que los padres detestan, mi madre pensó que era una etapa, pero mi padre instantáneamente me odio, me fui de casa a los 17, a recorrer la tierra con mi banda, en una noche que dormimos en un callejón, un idiota me quiso violar pero llego alguien a defenderme, su padre, el aun no era militar, se veía tan guapo, y pues me fui con él, y como 2 años después nos casamos y las tuvimos, cuando el entro a la milicia tuvimos una pelea, lo odiaba, odiaba que arriesgara su vida por el país y me abandonara, ustedes eran muy pequeñas, y yo no era la mejor madre pero lo intentaba, cuando tuvieron alrededor de 7 años me fui, no soportaba nuestras discusiones por el futuro, tenía miedo a que le pasara algo, y me fui y las deje, no tenía a donde ir, y sabia que estarían mejor con él, no paso ni un año cuando me arrepentí, pero tenía miedo de regresar y ver sus ojos azules llenos de decepción y los de mis niñas que deje atrás, así que espere, las veía desde lejos, vi que crecían, vi que llevaban sus proyectos, que se reían y eran felices, y no quería que su inocencia muriera. Pero un día decidí ir, sabía que no les diría que era su madre, podría ser lo que sea, aunque fuese una amiga. Pero me tope con Sonia, esa maldita bruja, ni siquiera me aprendía su nombre, las primeras veces la llamaba Claudia o Susana o así, y ella me cerró la puerta en la cara, veía que las llevaba a la escuela, veía como ayudaba a Lindsay, y como odiaba a Luisa, y era obvio, Luisa te odiaba por parecerte a mí, por ver más que las apariencias, por sentir desconfianza de ella, y tú la odiabas, la veías con un odio aberrante y lo amaba, amaba saber que una de mis hijas la odiaba tanto como yo, pero bueno, después me entere de Christopher había muerto, no lo pude creer pero llegue a tiempo para salvarlas, nose donde estarían, o bueno tal vez Lindsay con Sonia que ya hubiera revelado su vida, pero Luisa estaría en un Callejón porque no creo que Carlos la hubiese aceptado.
Y yo llore.

—Camila, te entiendo, no eras feliz, y si probablemente yo hubiese hecho lo mismo, pero te extrañe, odie a Susana más que tu, porque convivía con ella a cada segundo, por ello llevara tiempo, te entiendo, pero no te perdono aun no. Lo siento—le digo porque era cierto.

—Entonces ¿me puedo pintar el cabello azul?—dice Lindsay.

Y yo y Camila estallamos a carcajadas.

— ¿Qué demonios?—le pregunto a Lindsay

— ¡Que!, papá nunca me dejo, me dijo "las locuras, déjaselas a tu hermana"—dijo Lindsay

-Jajaja, supongo que nunca conto cuando se pinto el cabello gris, pero yo le dije que parecía anciano y se lo despinto—dijo Amelia

—Dime que tienes foto—dijo Lindsay y en eso la puerta se abrió.

The Twins WhiteDonde viven las historias. Descúbrelo ahora