La lluvia empezó de nuevo. Caía pesadamente, fácilmente, sin ningún significado o intención, sino el cumplimiento de su propia naturaleza, que era caer y caer.
-Helen Garner
Aura.
Me encontraba sola, sentada al lado de la ventana viendo como cada gota de lluvia caía lentamente desde el techo. Las luces tenues del lugar le daban un toque aún más melancólico al ambiente y el frío glacial de diciembre se colaba en la habitación anunciándome los principios del invierno.
Odiaba la lluvia desde que tenía razón. En una tormenta fué que perdí a mi madre. Cada que las gotas caen del cielo, es como si el mundo llorara la pérdida de un ser querido. ¡Hasta la naturaleza necesita expresarse de alguna manera!. Ví como una enorme gota se estrelló contra el vidrio, deslizándose hasta el marco de la ventana.
Fruncí el ceño. Tenía un muy mal presentimiento, algo no estaba bien...
Podía sentir como la opresión en mi pecho subía al compás del reloj, el estrés aquejaba mi rodilla derecha en un tic nervioso, resultando un ruido incesante al chocar constantemente mi pie con el suelo. Mi respiración frenética daba directamente contra el vidrio, empañándolo constantemente y mi frente comenzaba a doler, por la expresión de preocupación inscrita en mi rostro.
Steven aún no regresaba y aquello me estaba carcomiendo por dentro.
Hace más de dos horas que Wallace salió por la puerta prometiendo que lo traería de vuelta, pero no fue así... En cambio, comenzó a llover.
Dejé caer mi frente contra el vidrio, sintiendo como la preocupación formaba un nudo en mi garganta.
Tenía una extraña sensación, como si Steven estuviera en peligro.
Aquello me estaba matando.
Apreté los puños, sintiendo como cada vez mi mente formulaba peores escenarios sobre su actual paradero. ¡Por Arceus!, ¡¡¡Steven Stone era el heredero más afamado de todo Hoenn!!!, Devon es una empresa multimillonaria, con muchos rivales en el mercado. Su padre pagaría una fortuna por recuperar a su único hijo...
Steven dijo que no me dejaría salir de casa a estas horas... ¿CÓMO DIANTRES NO PASÓ POR SU MENTE QUE TAMBIÉN ERA PELIGROSO PARA ÉL?
¡SUFICIENTE!, ¡ESTO ES DEMASIADO!
En un rápido movimiento me puse de pie, tirando la silla al suelo por el impulso.
Dirigí la mano a mi bolso y me dispuse a sacar la pokéball de Gardevoir, tomé mi antiguo relicario y lo abrí con cuidado, vislumbrando en su interior la piedra llave.
Todo estaba preparado.
Regresé las cosas a su sitio, colgué el bolso en mi hombro y en grandes zancadas me dirigí hacia la salida.
Pero antes de cruzar el umbral de la puerta, Skarmory se posó ante mí bloqueándome el paso.
Apreté la mandíbula en frustración y afilé la mirada.
Aura: ¿¡¡¡Qué rayos te pasa!!!?, ¿Es que acaso no estás preocupado por tu entrenador?
Skarmory ni se inmutó por mis palabras y aquello me molestó de sobremanera. ¿¿¡Cómo podía estar tan tranquilo aquel pokémon dejando a su entrenador solo a las 2 de la mañana bajo la asquerosa lluvia!??
Aura: ¡¡¡ Si tu no vas a buscarlo, entonces iré yo!!!
En un fuerte movimiento empujé al Pokémon y como era de esperarse, no logré moverlo ni un milímetro, en cambio terminé en el suelo adolorida por la fuerza empleada inútilmente. Podía sentir como la impotencia de ser una simple humana golpeaba mi consciencia. No quería sacar a ningún Pokémon de mi equipo contra aquel, que con mucho cuidado y esmero nos trajo volando en su lomo, desde ciudad Férrica hasta ciudad Algaria. ¡Pero debía salir a como diera manera!
Aura: ¡¡NO ME HAGAS PELEAR CONTIGO!!, ¿Es que no entiendes?, ¡NO ME PERDONARÍA SI LE PASARA ALGO!... ¡SUFICIENTE DAÑO LE HICE ESTA NOCHE, ROMPIENDO AQUELLA PIEDRA!, Probablemente piense que soy el mayor error de su vida, pero aun así daría todo por volver a estar cerca de él.
Las lágrimas caían nuevamente por mis mejillas y pude vislumbrar como un deje de lástima se posaba en los ojos de aquel Pokémon de acero.
Con cuidado fui acercando mi mano a la cabeza del Pokémon y justo cuando lo toqué, una fría y húmeda mano se posó sobre la mía. Reconocí al instante esos anillos de platino. Abrí los ojos de la impresión, mientras que una enorme mezcla de felicidad y tranquilidad azotaba mi ser. ¡¡Él estaba aquí!!.
Steven: No lo culpes, sólo está siguiendo mis instrucciones. Le pedí que, sobre cualquier cosa, te protegiera.
Ante aquella hermosa voz, mi corazón dio un vuelco.
Levanté la vista, deparando en su actual estado:
Su hermoso cabello platinado estaba completamente empapado, varios mechones se encontraban pegados a su frente dando pase libre a que algunas gotas de lluvia pasaran por este, formando así, pequeños riachuelos que seguían un camino a través de su rostro, llegando a su cuello y terminaban por perderse en su fina camisa blanca.
Su traje no se encontraba en mejores condiciones: Completamente mojado y pegado a su cuerpo daba la impresión de haber salido del fondo del mar, pequeñas gotas de lluvia caían de sus muñequeras de acero y su bufanda roja usualmente abombada, se encontraba hundida dentro de su empapado chaleco.
Su pálida piel estaba más blanca de lo usual, producto del frío glacial de la temporada.
Subí con lentitud la mirada, encontrándome con los ojos platinados de Steven que me analizaban como si tuviera una enorme batalla librándose en su interior.
Inspiró profundamente y tomando una decisión me dirigió la palabra.
Steven: Aura... Yo de verdad lo siento. Perdí el con... - Calló de pronto-
Inesperadamente salí de su hogar.
Podía sentir como la lluvia golpeaba mi cuerpo, el frío era tan intenso que llegaba mis huesos y los truenos de la tormenta no se hicieron esperar.
Sin embargo, yo me encontraba feliz, aferrada con fuerza al pecho de Steven.
Interrumpió su disculpa al recibir un fuerte abrazo de mí parte. Ensanchó los ojos en sorpresa quedándose completamente estático de la impresión, después una hermosa sonrisa apareció en su rostro y no tardó mucho en corresponder mi abrazo con fuerza, enviando ambos brazos a mi cintura y acomodando su mentón en mi hombro.Así nos quedamos bastantes minutos, sin decir nada, en altas horas de la madrugada completamente empapados, solo escuchando la respiración del otro, sintiendo al fin nuestros corazones latir en sintonía.
La lluvia se colaba por toda mi piel y podía sentir como el calor corporal de ambos era prácticamente nulo. Pero estaba segura de algo.
Jamás en mi vida había sentido algo tan abrasador.
¡¡¡Desde ahora, amaría la lluvia con todo mi ser!!!
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Corporación Devon. [Primeros Capítulos En Edición]
RomanceAura, una cerebrito snob de 20 años de edad es promovida para un puesto en una de las empresas más exitosas del mundo. Ella gustosa acepta, pero todo cambiará cuándo conozca al jóven más excéntrico, altivo y asquerosamente millonario de la región:...