Hay que amar lo que es digno de ser amado y odiar lo que es odioso,
mas hace falta buen criterio para distinguir entre lo uno y lo otro.
Robert Frost
Aura contaba impacientemente los segundos, cada tic-tac del reloj era desesperante. Miraba el pequeño aparato enajenada y enojada, incluso hasta amenazante pensando que así el tiempo pasaría mucho más rápido.
¿Por qué se encontraba tan ansiosa?
Una simple palabra. Trabajo.
Steven estaba sentado aún en su escritorio revisando unos papeles de la empresa. Al parecer recibió una llamada importante, referente a los acuerdos de la empresa con Silph S. A. Según tenía entendido, estaban trabajando juntos en nuevas mejoras para los objetos útiles en una batalla pokémon.
Una mueca de disgusto se formó en su rostro. ¿Por qué tuvo que pasar todo eso cuando Steven la invitó a comer? Aunque a esta hora, sería mejor llamada cena.
Ciertamente estaba hambrienta. Su estómago emitió un tremendo alarido que llegó a los oídos de Steven. Inmediatamente colores carmesíes inundaron su rostro, se sintió muy apenada y dando la espalda se dispuso a esperarlo fuera de la oficina.
Pero escuchó algo hermoso que la hizo detenerse: Steven estaba riendo, no era una risa burlona ni despectiva, era una risa de simpatía. Era un sonido angelical y bello. Posiblemente estuviera igual de hambriento.
Entonces volteó a verlo y notó que el se acercaba a ella.
Steven: Vamos, te debo una comida y he avanzado el trabajo lo suficiente para poder continuar mañana.
El joven Stone se posó a su lado y le dirigió una sonrisa tranquilizadora. Aura por su parte estaba completamente sonrojada ante la hermosa imagen del chico frente a ella.
Aura: Gracias, enserio no es necesario que me lleve a comer. Sinceramente solo quería verlo descansar.
Ella se abofeteó mentalmente por lo que estaba diciendo, pero en sí... Steven no tenía por qué cargar con ella.
Steven: Créame señorita Birch que voy a descansar si acepta venir conmigo, tengo algunas dudas y me gustaría hablar con usted al respecto.
El tono que usó fue muy sincero, profesional y directo por lo cual ella aceptó la invitación y apagó cualquier indicio romántico que su mente creó del asunto. Esto era una cena de índole laboral, nada más. Sin embargo, pudo percibir un dejo de preocupación en su voz.
Fue así que ambos salieron de la oficina y se adentraron en el elevador con dirección al primer piso.
Una vez fuera del edificio Aura dirigió una mirada de duda a su acompañante quien simplemente sacó una pokéball y con una pequeña sonrisa llamó al pokémon en cuestión a escena. Sus ojos se ensancharon en sorpresa al ver un Skarmory frente a ella. ¿Steven era entrenador? Ella solo había conocido al pequeño Aaron que rondaba por la oficina cuando trabajaba. Sin embargo, al voltear a verlo las preguntas escaparon de su ser y los colores se adueñaron de su rostro, pues él la observaba atentamente.
Steven por su parte estaba complacido. Verla dudar referente a su persona lo hacía sentir importante y eso era gratificante, puesto que lo sucedido con el chico de la mañana lo carcomía por dentro. Cuando menos él no era el único interesado en conocer a la persona a su lado y eso lo reconfortaba bastante. Ella tenía dudas de él que respondería en su debido momento.Steven se acercó al Pokémon y le susurró algo que Aura no alcanzó a escuchar, a lo cual el Pokémon asintió en respuesta, bajó sus alas y se posó en el suelo; Steven se le acercó pasando un pie sobre este y se subió así sobre él. Después se giró hacia ella y le tendió la mano para lo cual ella completamente sonrojada la tomó. Él le dedicó una sonrisa y giró el rostro hacia atrás dándole entender que subiera para así surcar los cielos junto a ella.
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Corporación Devon. [Primeros Capítulos En Edición]
RomantizmAura, una cerebrito snob de 20 años de edad es promovida para un puesto en una de las empresas más exitosas del mundo. Ella gustosa acepta, pero todo cambiará cuándo conozca al jóven más excéntrico, altivo y asquerosamente millonario de la región:...