Capítulo 9 - ¿Ángeles llorosos?

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—¡Doctor! ¿Qué ocurre? —le preguntó Bella al Doctor.

—¿Que qué ocurre? ¡Que Din Don es un genio!

—¿¡Din Don un genio?! —se extrañó Lumière

—¿¡Yo?! —preguntó el aludido.

—¿Cómo? —dijo Bella a la vez que se quitaba los aparatos que el Doctor le había colocado en la cabeza— ¿Qué quieres decir?

—¡Estatuas, Bella! ¡ESTATUAS!

Y tras esas palabras, el Doctor salió corriendo de la TARDIS, dejando atrás a sus tres compañeros, los cuales no eran capaces de imaginarse qué era aquello que podía haber visto el Doctor para actuar así. Bella, Din Don y Lumière se miraron unos instantes hasta que decidieron salir en busca del Doctor.

Tras atravesar el jardín, los tres encontraron al Doctor a unos metros, en las proximidades de la fuente. Éste no paraba de observar la estatua principal desde todos los ángulos.

—¡Doctor! ¿Qué pasa? —quiso saber Bella.

—¡Que he estado demasiado ciego para darme cuenta!

—¿Para darte cuenta de qué?

—De que a veces debemos tener en cuenta todas las posibilidades ¡aunque no tengan sentido!

—¿Te refieres a que si has eliminado lo imposible, lo que queda, aunque sea improbable, debe ser verdad?

—¡Eso mismo! —el Doctor recapacitó un segundo ante la respuesta de Bella— Espera... ¿qué? ¿de dónde has sacado esa frase?

—¿Cómo?

—Es imposible que... —dijo el Doctor para sí— Bueno, ahora mismo eso no tiene la menor importancia. Bella ¿recuerdas las explicaciones que le había dado a todo lo que te ha pasado? Bueno, a todo lo que os ha pasado —dijo mirando a Din Don.

—Sí, claro. Que fueron los ángeles llorosos los que me enviaron a la TARDIS.

—¡Y que ellos son los causantes de que mis estatuas hayan sido mancilladas! —añadió Din Don.

—Te equivocas, mon ami. No son tus queridas estatuas, sino que ellas son los propios ángeles llorosos ¿no es así, Dogtor?

—Sí... y no —respondió el Doctor un tanto vacilante—. Lumière, estarías en lo cierto, siempre y cuando se tratase de ángeles llorosos y no de algo diferente.

Mientras que Din Don miraba con recelo a su compañero por haber demostrado que se equivocaba, Bella se dio cuenta de a dónde quería llegar el Doctor.

—¿¡Eso es lo que has descubierto con el análisis?! —preguntó sobresaltada.

—¡Correcto! ¡Estábamos equivocados! ¡En realidad, si no me equivoco, se trata de présteras!

—¿Présteras?

—Es una especie que no debería estar aquí al menos hasta... el año 3020 más o menos.

—¿El año 3020? Pero si aún faltan casi 250 años para llegar al año 2000 ¿cómo es posible?

—Yo tampoco le encuentro sentido.

—Un momento —intervino Din Don—. ¿No sería más correcto que nos preguntásemos qué diantres significa eso de "especie que no debería estar aquí"?

—¡Eres un cabeza hueca! —le contestó Lumière— Acabas de escuchar que el Doctor no es de la Tierra, has visto su "TARDIS"... ¿y todavía te haces esas preguntas? Está claro que se refiere a que viene de otro planeta.

Susurros en piedraDonde viven las historias. Descúbrelo ahora