Capítulo 26

8.3K 612 133
                                    

ESTEBAN
Veo cómo Abraham sale corriendo como un pequeño loco inmaduro.

—Abraham, Espera!—Digo mientras doy pasos gigantes.

El se para , me mira y sonríe maliciosamente, me encanta su sonrisa.

—Tienes que atraparme.

—Podemos negociarlo.

—Atrápame—y empieza a correr de nuevo.
¿En verdad quiere que lo atrape? No puedo creer que en verdad quiere que lo atrape. Lo dudo un momento , se aleja aún más. Dejare mi madurez aun lado, así que Pues bien , si quiere jugar , vamos a jugar.

ABRAHAM
Me siento un poco infantil , pero es bastante divertido, la gente se me queda viendo súper mal, gente amargada. Esteban está a punto de alcanzarme , pero soy más rápido , entro al elevador y antes de que el llegue , la puerta se cierra.
Busco la camioneta y me quedo esperándolo. El llega con cara de pocos amigos.

Touché mi amor.

Ante lo ultimo su cara vuelve a cambiar , reprime una sonrisa.

—No puedo creer que me hallas hecho perseguirte. Es lo más infantil que he realizado en toda mi vida.

—Ni modo. Quiero mis tacos.

—¿No podemos comer aquí?

—No. Ya vamos , me duele mi cabeza , tengo hambre y perdiste.

—Bueno.

Abre el seguro de las puertas del carro con un pequeño control. Se acerca y me abre la puerta de mi lado.

—Suba , Pequeño exigente.

Subimos. Deja su MacBook en el asiento trasero y avanzamos.

—Tengo mucha hambre—Digo en tono triste y dramático.

—No te quejes. Pudimos haber comido aquí. Pero Alguien es muy necio—Dice enfatizando sarcásticamente la palabra "Alguien"

—Bueno ya. Vamos por mis taquitos.

—Si patrón.

—¿se invirtieron los papeles?—Digo divertido.

Pasamos a un puesto de Taquitos cerca de mi lugar favorito , muy cerca de la vez que choque con el. Parece incómodo , su cara deja mucho que desear.

—Por lo menos finge estar feliz por estar a punto de comer los taquitos más ricos que he probado.

—Y por estar a punto de contraer mil bacterias y infecciones.

—Ya no seas payaso.

A lado de Esteban hay un tipo barrigón , con pinta de albañil. Que tiene una voz y una forma de hablar muy graciosas.

—Me da dos de pastor con arto pasto y llorona—Dice el tipo mientras Esteban reprime una sonrisa al igual que yo—Ah , y una diabética bien muerta , por favor Carnal.

—Eres un payaso—Digo poniendo los ojos en blanco.

—Me da un poco de gracia porque he tenido varios alumnos con ese tipo de lenguaje. Cuando empecé a trabajar creí que era un mito de las Taranovelas. Descubrí que no lo era.

—El chico culto.

Pedimos nuestros Taquitos , Esteban los Mira pensativo he inseguro.

—Me obligas a perseguirte y a comer en la calle. Eres malvado , creo que tengo que reprobarte.

—Tú eres un payaso pervertido y no me estoy quejando.

Se sonroja y prueba uno de sus dos tacos. Y empieza a hacer gestos como si estuviera comiendo la gran maravilla. Bueno , los taquitos son una gran maravilla.

—Tenias razón , supongo que la grasa es el secreto de su sabor. Pero me encanta.

—Te hace falta vivir más—Digo probando uno de mis tres tacos , en efecto , son una maravilla, me caen de maravilla.

Cuando terminamos , decidimos ir a caminar.

—Por aquí está uno de mis lugares favoritos cuando quiero estar solo , cuando estoy enojado, cuando estoy triste. En fin , es multifacético.

—vamos.

—Es un cerro-bosque.

—No importa, sirve que bajamos los tacos.

—Bien—Digo animado.

Cuando vamos subiendo, estoy fatigado. Taquitos + coca = Obesidad = sofocación.

—Pensándolo bien , fue una pésima idea.

—Pensándolo bien alguien necesita hacer más ejercicio —Dice muy tranquilo, como si no hubiéramos comido unos taquitos grasientos con una Coca Cola. Bueno , el está en forma.

—que pesado Estás el día de hoy.

—Ay ya mi Pequeño. Vamos.

Lo dirijo hasta mi árbol favorito , y me planto en el pasto. Observando la urbanización. Se sienta a mi lado.

—Es una hermosa vista. ¿A que vienes aquí? ¿Que haces?

—Sentarme , ver todo lo que me rodea , sentir esta brisa de campo , llorar , pensar. Sonreír , muchas cosas.

—¿Porque vienes aquí a refugiarte? ¿De quien te escondes , porque te llama la atención?

—Porque aquí es muy tranquilo , puedo pensar , el silencio es muy bueno aquí. Me ayuda a relajarme. Aveces me escondo del mundo , aveces de mis problemas. Las personas llegan a ser muy malas , me hacen sentir que estoy solo. Venir aquí lo afirmaba , pero me hacía ver que estar solo no es Tan malo como parece.

—Yo te voy a cuidar y Proteger. Eres mi Pequeño.

Siempre dicen lo mismo.

Sus palabras y los recuerdos me hacen sentir triste y solo. De nuevo.

—¿Qué te hace creer que yo no lo digo en serio?

—No lo se. Siempre es igual.

—Ellos no saben lo que quieren. En cambio yo si.

—¿Ah si? Y que puede querer alguien que lo tiene todo.

—A ti. Por muy riesgoso. Pero te quiero a ti—afirma.

Empiezo a llorar. Nunca nadie me lo había dicho con tanta sinceridad.

—¿Porque lloras?

—Lo dices cómo si fuera cierto.

—Lo es—Me mira a los ojos, reflejan sinceridad.

Sus labios se acercan a los míos , me besa lento y suave, pone su mano en mi mejilla mientras me besa. Mis lagrimas se mezclan con el sabor de sus labios.

—Lo que siento es tan real que ni yo me lo creo. Esto que siento hacia ti es diferente. No se porque.

—En verdad espero que sea cierto.

—Lo es.

Me recargo en su pecho. Siento su respiración, es relajada , llena de paz. Acabo de descubrir que me siento seguro cuando estoy con el. Quedamos así media hora.

—Vamos a casa , tenemos mucho que estudiar.

Llegamos a su casa , y el chico joven que me prometía amor cambio , al profesor enojon. Soy muy torpe para las matemáticas y eso hace que lo estrese. Me divierte y asusta mucho hacerlo. No se como puede reaccionar. Este hombre es fantásticamente asombroso y temible. Pero no se si yo pueda darle lo que el quiere. Y el a mi.

Placer Entre Lineas:Guarda Silencio. #1 [EN EDICIÓN]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora