Placer Entre Lineas:Guarda Silencio. #1 [EN EDICIÓN]

Capítulo 6

CAPÍTULO EDITADO.

Las clases de literatura son muchísimo mejor que las de Álgebra. Bueno... en algunos aspectos. El profesor Esteban está pasando de ser el maestro de ensueño a un Hijo de Perra, las primeras semanas estuvo de buen humor, pero al pasar el primer mes no hay nadie que lo soporte. Siempre llega de malas. Revisa trabajos y si no están como él los quiere, te jodes porque no los vuelve a calificar. En parte es bueno, pero no del todo, está bien que nos enseñe a realizar las cosas con excelencia, sin embargo exagera demasiado. En Álgebra por algún signo, número o mala presentación no acepta tu trabajo. En literatura pasa lo mismo cuando el ensayo no tiene ortografía o correcta gramática, pero por lo menos es una clase que me gusta y disfruto.

El problema radica en que soy una persona muy desorganizada al momento de hacer cualquier trabajo.
Y en las pocas clases de Álgebra que presto atención, y trato de realizar mis ecuaciones con la presión y el tiempo, pongo mal algún signo o mis números los escribo un "poco" feos;  entonces Esteban no me revisa, lo que significa que tendré baja calificación.

Me estresa saber que estoy en una cuerda floja y que en cualquier momento voy a caer. Reprobando Álgebra y sacando un 7 en Literatura.

Lo de álgebra es pasable pero literatura, si me encanta leer un montón. De hecho ahora mismo estoy leyendo "Persona Normal" de Benito Taibo, sentado en las bancas de descanso.

— Hola, Abraham— un chico de tez blanca y ojos claros perturba mi lectura sonriendome. Estoy paralizado.

— Carlos, ¡qué sorpresa! —Trató de mirar a otro lado. Sus ojos son idénticos a los del profesor Esteban — Pensé que era broma lo de venir a esta prepa.

—¿Por qué sería una broma? — se sienta a mi lado y pasa su mano por mi hombro, cosa que me tensa aún más — Hace un año que no se de ti, nene.

—No creo que te importe demasiado— Lo miro a los ojos —. A los dos Días de aquello tú ya tenías un chico nuevo, ¿tan fácil fue dejarme de lado?

Tomo mi libro y procedo a pararme, sin embargo, él es más rápido y agarra mi brazo.

— Esto no se queda aquí — dice.

Me suelto de un tirón dando pasos largos para escapar de él. Ha parecido una completa escena de telenovela.

Me dirijo a mi siguiente clase. La profesora nos ha pedido crear una guía sobre lo que hemos visto, así que saco los apuntes y los libros de texto y me sumerjo en mi trabajo. Sin embargo, no puedo concentrarme muy bien, todos mis pensamientos se dirigen hacia Carlos. La verdad es que se ve muy sexy y lindo. Me pongo a pensar en las posibilidades de regresar con él, y apesar de que me sienta muy solo, sería algo ridículo, no quiero volver a lo mismo aunque esta vez Carlos sepa qué quiere, él es muy cachondo y sé que me sería infiel a la primera oportunidad de sexo con alguien más. Aun así me siento demasiado sólo y tener a alguien haciéndome cumplidos, diciéndome qué tan especial soy y todas esas cosas, no me vendría nada mal, de hecho necesito saber que valgo la pena.

Pero no es momento para pensar eso, y no porque este en cualquier clase, sino en la infernal clase de álgebra desde hace 10 minutos. Esteban no deja de hablar sobre la suma de números y letras y mil cosas que a mí, no me interesan, los ojos me pesan tanto que juro que voy a dormirme. Justo cuando ya no puedo más y mis ojos se cierran presos del sueño, la voz grave del profesor me despierta de sopetón.

—Abraham, por lo visto estás muy cansado y mi clase no te importa demasiado — Me mira directo a los ojos —, ve a darle cien vueltas al patio, a despejar un poco tu mente. Para despertarte. Corre.

—No es necesario, profesor, ya pondré atención — me mira irritado.

— no te pregunte si querías ir.

— No tenemos que llegar a eso, le dije que pondría atención

¡¿Quién se cree?! está muy guapo y todo pero no es mi culpa que de las clases más aburridas de Álgebra del mundo. Aparte, afuera hace un frío infernal y mi condición física no está para darle ni diez vueltas al patio. Ni siquiera para ir a la tienda por los mandados que me pide mi madre.

— ¡No me interesa! — Muestra una gran sonrisa —. Ahora ve si no quieres que te reporte.

De mala gana me paro del  asiento y salgo del salón. Es un pesado ese profesor.

Cuando voy por la vuelta número veinte ya no puedo más, estoy apunto de mandar todo a la mierda. Las personas que pasan por aquí me ven, ponen cara de «Qué le pasa a este idiota» y lo único que yo puedo hacer es seguir dando vueltas como  estupido. Lo bueno de esto es que no estaré en las dos horas de Álgebra. O al menos eso creo.

—Deberías pensar bien en cuál clase dormirte — Es Esteban, quien se sienta en la banca más cercana a mí —, porque en la mía no va ser así.

No le doy mucha importancia y sigo caminando, estoy muy cansado como para contestarle.

—Ya puedes irte a tu siguiente clase.

Lo único que me limito a decir es un seco "Gracias".

Llego a mi casa agotado, sólo puedo pensar en tomar una ducha y recostarme. No aguanto las piernas. Cuando salgo de bañarme y ponerme la pijama, me recuesto tomando el teléfono para checar Instagram y Facebook. Como lo esperaba tengo un mensaje de Carlos.

...

CARLOS: [Creo que te he puesto            nervioso ¿verdad?]

YO: [Un poco, sí. Tengo una manía con los chicos desconocidos, altos y mayores. Eres más alto y mayor que, eso me resulta incómodo 😶].

CARLOS: [¿Cuánto mides? Hace tanto tiempo que no sé nada de ti].

YO:  [1.65 ¿y tú?].

CARLOS: [Súper pequeño, pero no tanto como antes, Yo mido 1.70].

Suelto una carcajada.  "Claro, es un maldito gigante" Es lo único en lo que puedo pensar.

YO: [Eso lo explica todo].

...

Es increíble la fobia que le tengo a los chicos guapos, altos. Siempre que pienso al respecto Esteban viene a mi mente Esteban, ese profesor hijo de perra. Alto, mucho mayor que yo... pero un maldito.

No sé cuánto tiempo pasa pero me quedo dormido, sumido en un sueño. Ojos color gris, pelo castaño, mentones perfectos y personas Altas...

Editado por vluchtig